Parece sacado de una novela de ciencia ficción, pero es realidad. Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford ha conseguido alumbrar los primeros virus diseñados por inteligencia artificial del mundo, una creación que supondría un hito y podría abrir la puerta a la «vida generada por IA» en el futuro.
Su estudio, publicado el pasado 17 de septiembre y aún pendiente de ser revisado por la comunidad científica, afirma haber utilizado un modelo generativo similar a ChatGPT para obtener el genoma de un virus —su ADN— y, a partir de este, producir un nuevo virus con la función específica de localizar, infectar y matar cepas de Escherichia coli (E. coli), un tipo de bacteria que habita en el intestino de animales y personas y que, pese a ser útil para digerir alimentos, también puede provocar infecciones.
«Es la primera vez que los sistemas de IA son capaces de escribir secuencias coherentes a escala genómica», ha celebrado Brian Hie, biólogo computacional de la Universidad de Stanford y autor del paper, en declaraciones a la revista científica Nature. «El siguiente paso es la vida generada por IA», un salto para el que, según el coautor Samuel King, Doctorando en Bioingeniería en la Facultad de Ingeniería y Medicina, aún «es necesario realizar muchos avances experimentales para poder diseñar un organismo vivo completo».
Para esa investigación, la prestigiosa universidad estadounidense ha creado un modelo de lenguaje genómico llamado Evo 2, algo así como un ChatGPT entrenado con más de dos millones de genotipos víricos capaz de generar nuevos ADN de virus. Con esta herramienta de IA, diseñaron miles de secuencias de genes —muchas de ellas defectuosas o erróneas—, que terminaron reduciendo a 302 virus viables.
Beneficio terapéutico
El estudio se ha llevado a cabo con virus bacteriófagos, los que solo infectan a las bacterias, no a los seres humanos ni a ningún otro animal. No obstante, la aplicación científica de esta tecnología podría beneficiar a la sociedad. Y es que el equipo científico logró producir 16 virus viables, muchos de los cuales consiguieron ser más eficaces que el virus original al matar cepas de la bacteria E. coli, especialmente aquellas resistentes a los antibióticos.
A efectos prácticos, eso significa que los virus diseñados con IA podrían ayudar a minimizar las infecciones que dañan tanto el intestino como el tracto urinario. Según la OMS (2018), hasta el 10% de los pacientes con infección por E. coli sufren una tasa de mortalidad del 3-5%. «Este método podría ser muy útil para fines terapéuticos», ha explicado King.
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