La
iniciativa ‘Iglesia por el trabajo decente’ organiza este martes
varios actos en Huesca, coincidiendo con la jornada mundial por el
trabajo decente, para dar visibilidad a la situación de muchas
personas y dejar claro que el trabajo decente es un derecho
irrenunciable y no un privilegio.
Con motivo de
la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, las organizaciones que
integran la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) se suman,
un año más, a millones de trabajadores y trabajadoras de todo el
mundo para recordar que el trabajo decente es un derecho
irrenunciable, nunca un privilegio.
Marga Alfaro es
responsable de HOAC y ha recalcado que “el trabajo decente no es un
privilegio, sino un derecho que sigue sin cumplirse para muchas
personas por condiciones laborales marcadas por la precariedad, la
inestabilidad, la explotación o la invisibilización”.
Varias
organizaciones de Iglesia con presencia en la diócesis de Huesca
asumieron en su día el compromiso de llevar el debate sobre el
trabajo decente al territorio y promoverlo y fruto de ese
compromiso, organizan este martes varios actos, bajo el lema ‘Yo me
pringo por el trabajo decente’.
Alfaro ha
apuntado que hay que “poner en el centro a la persona, condiciones
laborales justas, igualdad entre hombres y mujer y esto no sólo es
posible, sino que ya se ponen en práctica en muchos lugares”.