La Comisión Europea ha propuesto este martes reducir a la mitad las importaciones de acero en territorio comunitario libre de aranceles, e imponer un gravamen del 50% a los productos por encima de esa cuota, «para salvar nuestro acero y nuestros empleos», ha anunciado el vicepresidente de la Comisión Europea de Prosperidad y Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, en una publicación en redes sociales. «La sobrecapacidad no está desapareciendo. Al contrario, está empeorando, y ciertamente la República Popular de China es la mayor responsable de la situación», ha reconocido una alta fuente comunitaria. La respuesta de Bruselas ante la situación, para proteger a la industria europea, es una propuesta que endurecería las salvaguardas establecidas en 2018 y renovadas en 2024, que expiraban el próximo mes de junio.
Para Bruselas, los niveles de producción de acero son «insostenibles». Además, cada vez más países están cerrando sus mercados a las importaciones con medidas proteccionistas, como aranceles. Esto está provocando que parte del comercio se desvíe hacia el bloque, con un mercado de por sí saturado. La respuesta de la Comisión es limitar esas importaciones. «Presentamos la cláusula de salvaguardia más protectora jamás propuesta para el acero», ha dicho durante una rueda de prensa Séjourné.
Aranceles y cuotas
Bruselas tiene en cuenta los flujos comerciales previos a esa sobrecapacidad provocada por China a la hora de limitar la entrada de acero en el continente libre de aranceles, y también la producción local. Con la propuesta presentada este martes, la Comisión plantea reducir las importaciones a 18,3 millones de toneladas al año. Esto supone una reducción del 47% con respecto a 2024.
Además, plantea doblar los aranceles al entender que el 25% actual «corría el riesgo de ser ineficaz», teniendo en cuenta «los niveles arancelarios vigentes en otros mercados». De hecho, con este gravamen, la Unión Europea se pondría al nivel de Estados Unidos, con quien negocia precisamente una exención en forma de cuotas.
El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, ha defendido que la medida es compatible con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Una vez que la medida, que necesita el respaldo tanto de los gobiernos europeos como de la Eurocámara, sea aprobada, Bruselas negociará con los socios comerciales de la UE afectados, con el fin de otorgarles cuotas específicas.
Sefcovic ha asegurado que la UE ha ido perdiendo parte de su capacidad de producción progresivamente como consecuencia de la sobrecapacidad. También se han destruido en Europa más de 100.000 empleos. De no tomar medidas, ha dicho el comisario, el bloque podría perder su capacidad de proveer a su propia industria.
De hecho, Bruselas también reforzará la trazabilidad de los mercados, para evitar la entrada de acero que sortee las medidas. La Comisión ha asegurado estar «plenamente comprometida» con la búsqueda de una solución a un problema que considera global. Pero mientras esa solución llega, «la UE debe tomar medidas firmes y, con esta propuesta, lo está haciendo».
Socios y enemigos
«Llevamos en conversaciones varios años, pero más allá de declaraciones políticas, no hemos alcanzado resultados concretos», ha reconocido el tzar comercial de la Comisión. Sefcovic está convencido de que la solución al problema pasa por atajar la sobrecapacidad, pero reconoce que ante la falta de avances, hay que proteger la industria.
Uno de los socios comerciales con los que Bruselas trata de acercar posturas es Estados Unidos. La propuesta de la Comisión se entiende mejor en el marco de las negociaciones comerciales con Washington. Sefcovic ha reconocido que esta cuestión ha sido parte de las conversaciones desde el primer momento.
«Está claro que no somos el problema el uno del otro», ha dicho Sefcovic, añadiendo que las conversaciones con la Casa Blanca se han centrado sobre todo en cómo proteger los respectivos mercados frente a China. «Miren, ya hemos adoptado medidas muy sólidas, ¿qué van a hacer ustedes, los europeos?», ha asegurado el comisario que le espetaron sus homólogos estadounidenses.
Sefcovic ha defendido que la propuesta de la Comisión aborda la cuestión «con perspectiva europea». Es decir, «mantenemos nuestros mercados abiertos ofreciendo cuotas a nuestros socios», pero al mismo tiempo, aumentan los aranceles para proteger al sector en la Unión. El comisario espera que esta propuesta facilite las negociaciones sobre posibles exenciones a los aranceles estadounidenses que «suponen una enorme carga y un gran coste para nuestros exportadores».
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