El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció el lunes en su plataforma Truth Social que los camiones importados por Estados Unidos estarán sujetos a un arancel del 25% a partir del 1 de noviembre. La medida, tomada según la Casa Blanca por cuestiones de «seguridad nacional«, tiene como objetivo apoyar a los fabricantes estadounidenses de camiones como Peterbilt, Kenworth, Freightliner o Mack Trucks.
Trump anunció inicialmente el mes pasado que los gravámenes para camiones pesados entrarían en vigor el 1 de octubre, pero esa fecha se pospuso debido a que los funcionarios escucharon las peticiones de las empresas preocupadas por el impacto de las subidas de impuestos en el precio de venta a los compradores.
El año pasado, se importaron a Estados Unidos alrededor de 245.000 camiones medianos y pesados, lo que representa un flujo comercial de más de 20.000 millones de dólares, según datos del Departamento de Comercio. La propuesta podría tener amplios impactos en empresas como Freightliner de Daimler Truck Holding AG, Mack Trucks Inc. de Volvo Group y Peterbilt y Kenworth de Paccar Inc. International Motors LLC, antes conocida como Navistar, es la que más depende de las importaciones: aproximadamente el 98% de sus camiones estadounidenses provienen de México, seguida de Daimler con aproximadamente el 83%. En cambio, Paccar y Volvo producen casi todos sus camiones estadounidenses en Estados Unidos. Los camiones en EEUU suelen ser distintos de los europeos, también estéticamente, como consecuencia de exigencias más duras por parte de la Administración en Europa. Además, las carreteras y rutas habituales de los grandes camiones son distintas en EEUU y Europa, más largas en el continente americano.
El anuncio de Trump está vinculado a una investigación iniciada en abril por el Departamento de Comercio de EEUU sobre las importaciones de camiones pesados. Dicha investigación, realizada al amparo de la Sección 232 de la ley de expansión comercial, permite la imposición de impuestos a la importación de bienes considerados críticos para la seguridad nacional. La investigación se centró en camiones medianos y pesados de más de 4.500 kilogramos así como en sus repuestos, y se indicó que un pequeño número de proveedores extranjeros representaba la mayor parte de las importaciones estadounidenses debido a prácticas comerciales «predatorias».
Trump, en una publicación en redes sociales al anunciar los aranceles, los presentó como necesarios para proteger a nuestros grandes fabricantes de camiones pesados de la competencia externa desleal. Pero lo cierto es que vehículos típicamente americanos como las grandes furgonetas RAM se ensamblan en todo o en parte en Mexico y Canadá. La subida de impuestos del 25% a estos dos países disparó su precio y mermo su atractivo para los clientes.
Los efectos negativos de los aranceles
Los aranceles planeados por Trump para los camiones pesados importados son una gran victoria para los trabajadores y los grandes fabricantes estadounidenses, declaró Nick Iacovella, de la Coalición para una América Próspera, un grupo proteccionista, tras el anuncio inicial de Trump. Esta medida fortalecerá a este sector vital y lo protegerá de la competencia extranjera desleal. Pero la teoría económica es clara al describir los efectos de las subidas arancelarias. La subida de precios es previsible y a largo plazo la competitividad industrial y de los productos se resiente al no aprovechar las ventajas de economía de escala que supone la globalización.
El Gobierno de EEUU ya ha impuesto aranceles a las importaciones de acero, aluminio, cobre, automóviles y autopartes. Se prevé que se apliquen gravámenes adicionales sobre la madera blanda y aserrada, los gabinetes de cocina, los tocadores y los productos de madera tapizada a partir del 14 de octubre, con algunos aumentos a partir del 1 de enero. Además, se están llevando a cabo más investigaciones de la Sección 232 sobre paneles solares, aeronaves comerciales, semiconductores, minerales críticos, robótica, dispositivos médicos y maquinaria industrial de fabricación extranjera.
Los aranceles específicos para cada industria también otorgan a Trump mayor flexibilidad, ya que sus aranceles a nivel nacional —que impuso citando una autoridad diferente, la ley de poderes económicos de emergencia internacional— están siendo impugnados en los tribunales federales. La Corte Suprema ha programado la audiencia de alegatos para el 5 de noviembre.