Cuatro siglos de la Naval canaria / La Provincia
Este lunes 6 de octubre se cumplen 430 años de cuando los habitantes de Gran Canaria derrotaron, en 1595, a la Armada del inglés Francis Drake, compuesta por 28 grandes navíos y otros muchos de porte inferior, que se presentó frente a La Isleta en la madrugada del citado día. Cuentan las crónicas que al ser avistados los buques del corsario, se disparó un cañonazo de alerta desde el Castillo de La Luz, las campanas de todas las iglesias tocaron a rebato y el pueblo de la ciudad y de la Isla acudió como un solo hombre a oponerse al invasor. Y el inglés «volvió la espalda e hizose a la vela, que allí no le valió fuerza o cautela», concluye el poeta Lope de Vega.
La gente, canaria mostró el efecto, el gallardo brío de su pecho, como dijera nuestro inmortal Cairasco y en una mañana de este mes de La Naval las velas del corsario se perdieron en el horizonte en busca de más propicias aventuras. Este párrafo que acabamos de transcribir es obra de Pablo Hernández Montesdeoca el desaparecido director de La Provincia durante el pregón que pronunció el 11 de octubre de 1978 en el Castillo de La Luz con ocasión de las Fiestas de La Naval.
Es la gesta del pueblo grancanario que ha quedado escrita en letras de oro y cuyo eco ha llegado hasta nuestros días , cuatro siglos después, y que no podemos olvidar como parte de nuestra historia de las señas de identidad de una Isla que mira al mar, a este Atlántico infinito que nos ha traído el progreso y la civilización y que tiene en el Puerto de La Luz la mejor divisa de nuestro servicio al mundo ante las «cien banderas » que pronosticó don Fernando de León y Castillo.
Por ello, vaya nuestro recuerdo en estas fechas tan entrañables en que las gentes de La Isleta celebran un año más la Fiestas de La Naval bajo la advocación de Nuestra Señora de La Luz.