«La Flotilla ha servido para cambiar la conciencia colectiva respecto a Palestina». Esas han sido las primeras palabras del diputado de Compromís, Juan Bordera, a su llegada al aeropuerto de Barajas, como uno de los 21 españoles y miembros de la Flotilla a Gaza que ha sido expulsado por Israel este domingo, después de ser detenidos el pasado jueves cuando intentaban de llegar a la Franja con ayuda humanitaria. «Debería haber otra flotilla más pronto que tarde -, ha defendido- porque es una obviedad que ha cambiado algo en lo que es la Europa bien pensante respecto a Palestina». Junto a él ha llegado a Barajas el productor Juan Carlos de la Rubia, valenciano de origen, pero residente en Formentera, como ha comunicado un amigo suyo a Levante-EMV al verlo en las imágenes de la llegada a Barajas.
En sus primeras palabras, Bordera ha querido resaltar el papel tibio de los Gobiernos de toda Europa, de quienes «debería ser la responsabilidad de ayudar a Palestina» porque la sociedad civil no puede asumir la tarea de los Gobiernos». Y ha añadido: «Nosotros hemos llegado hasta donde hemos podido, no hasta donde íbamos; y eso es responsabilidad de los gobiernos«.
Golpeado
Bordera ha explicado la violencia sufrida después del secuestro: «Me dieron un puñetazo en las costillas como no me habían pegado desde los 15 años -, ha relatado-. Me preocupan los compañeros que siguen en Israel en unas condiciones que no desearíamos a nadie». Pese a todo, ha destacado que participar en la Flotilla «es lo más bonito que he hecho en mi vida y lo volvería a hacer de nuevo, pero necesitamos que sean más barcos». Al ser preguntado por si teme por la vida del resto de tripulantes de la Flotilla que siguen retenidos en Israel, Bordera ha contestado «claro que sí, no tienen agua potable y les dan comida caducada, pueden hacer con ellos lo que quieran».
«Profundo orgullo» de Compromís
Por su parte, la coalición Compromís ha publicado un comunicado en sus redes sociales en el que han expresado su «profundo orgullo» por el «compromiso y valentía» de Bordera en su «defensa de los derechos humanos y la justicia global a través de la Flotilla. Al mismo tiempo, exigen al gobierno de Netanyahu la «liberación de manera inmediata» del resto de miembros a los que mantienen «secuestrados», así como al «entrega de la ayuda humanitaria incautada».
Los nacionalistas creen que la expedición ha conseguido «un impacto histórico», despertando consciencias en toda Europa y que ha puesto «en el centro del debate el genocidio que el gobierno de Israel está perpetuando contra el pueblo palestino». En adición, han denunciado la actitud del Consell y de Carlos Mazón por alinearse de «manera vergonzosa con los que han secuestrado ilegalmente» a los miembros de la Flotilla. «Es un menosprecio a los valores de justicia y solidaridad propios de cualquier institución democrática», han concluido.
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