Frustración y rabia. Eso expresaban los gestos de las jugadoras del Deportivo Abanca al término de su encuentro en Murcia contra el Alhama (3-1). La derrota, la tercera seguida, ahonda en una evidente crisis de identidad que no parece tener remedio a corto plazo. La zaga no termina de coordinarse con cinco integrantes, la parcela ofensiva no carbura y las futbolistas muestran señales de incomodidad continuamente.
En Murcia, la novedad estuvo en la portería. Inês, con molestias, dejó espacio para la primera titularidad de Yohana. El Dépor comenzó con más intención y quiso combinar, mientras el Alhama se defendía con dureza. Ainhoa, Gutiérrez y Marisa sufrieron duras entradas que incluso precisaron de asistencia médica. Así que el cuadro blanquiazul sorteaba patadas e intentaba fluir, pero el fútbol va de goles. Y las locales los marcaron primero.
Sacó de banda el Dépor en campo propio, se complicó en la circulación y un malentendido entre Barth y Paula Gutiérrez propició que Gestera cazase la pelota en la frontal y batiese por encima a una sorprendida Yohana. Error carísimo y piedras contra el propio tejado, una jornada más.
Tocado
Le costó al conjunto de Fran Alonso sacarse de encima el disgusto del tanto encajado. La primera ocasión llegó en el minuto 25, con un remate de cabeza de Olaya tras un córner que se marchó rozando el palo. No entró, pero sirvió para coger confianza. Las blanquiazules dieron un paso adelante y encerraron al Alhama que, no obstante, tuvo varias ocasiones a la contra para volver a hacer daño. Casi sin querer, las murcianas encontraron petróleo antes del descanso, con un centro desde la derecha que cabeceó Astrid en el segundo palo (2-0). El fútbol del Dépor era un quiero y no puedo constante. El equipo intentó combinar y proponer, pero no lo consiguió. Algo falla cuando la precipitación siempre supera a la precisión. Y cuando, teniendo a jugadoras sobre el césped como Ainhoa, Gutiérrez, Marisa u Olaya, el principal escollo es mover la pelota con criterio.
Alonso metió a Artero para salir desde atrás, a Henar para reforzar el medio y a Millene para buscar el gol. Y, aun así, el Alhama volvió a golpear primero. A los diez minutos de la segunda parte, Belén remató sola en el área un centro desde la izquierda para poner el 3-0. Las esperanzas coruñesas se desvanecieron en el aire. El equipo no solucionó sus problemas para circular el balón y optó por probar a De Toro desde lejos. Henar, Ainhoa, Elena y Millene lo intentaron, sin demasiado peligro. Millene, eso sí, puso su candidatura al once titular sobre la mesa. Sin estar todavía al 100% de ritmo, su figura se vuelve necesaria para jugar de espaldas, atraer rivales y mover el esférico en zonas interiores. Si el Deportivo quiere generar arriba, ella debe estar sobre el terreno de juego.
El Alhama, poco perturbado por los ataques blanquiazules, se dedicó a esperar en campo propio a que corriese el reloj. La nota positiva de una segunda mitad tan plana como la primera para el Dépor fue el tanto de Paula Monteagudo, que anotó por segunda jornada consecutiva para maquillar el marcador final. Ainhoa encaró, puso el balón en el corazón del área pequeña y Monti metió la zurda entre un barullo de piernas rivales para salvar el honor.
Vía: La Opinión A Coruña