Era la ponencia más esperada de la séptima edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico. El que fuera primer ministro de Israel entre los años 2006 y 2009, Ehud Olmert, y el activista palestino, Samer Sinijlawi, desgranaron cuáles son las opciones hacia una situación de paz en Gaza, en un diálogo en el que hubo sintonía entre las partes y en el que ambos apelaron a la necesidad de nuevos liderazgos en ambas partes. «Solo hay una solución posible, la de los dos estados», señaló Olmert varias veces a lo largo de su intervención, que suscito polémica desde que se supo de su presencia en O Grove.
Olmert y Sinijlawi, que se conocen, tal como explicaron, desde hace apenas dos años, momento en el que empezaron a entablar una amistad que quedó patente en el municipio pontevedrés, se mostraron ciertamente optimistas, si bien reconocieron que hará falta tiempo y, también, muchos cambios para que la paz de la que habla el Plan propuesto por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aceptada, en un principio tanto por el Gobierno de Benjamín Netanyahu como por Hamás, llegue a buen puerto.
Olmert, quien se ha mostrado en muchas ocasiones crítico con Netanyahu, habló de «trauma» en la sociedad israelí, tras los atentados que el 7 de octubre de 2023 Hamás provocó en Israel. «El atentado se centró en civiles, en sus casas, vestidas con pijama. Israel se sintió traumatizada», explicó, al tiempo que llamó a «no dejarse llevar por la ira».
«Israel es lo suficientemente fuerte como para ser capaz para intentar buscar algún tipo de equilibrio sin olvidarse ni perdonar lo que se nos ha hecho», declaró el que también fue alcalde de Jerusalén entre 1993 y 2003. «¿A dónde nos lleva el sentimiento de venganza para siempre?», se preguntó, en un diálogo que estuvo moderado por el que ex representante permanente de España ante la UE, Pablo García-Berdoy.
Con la solución de los dos estados sobre la mesa, Olmert admitió que «cada mañana elijo creer que esto es posible, me obligo a mantener vivo el sueño». En un tono ciertamente optimista, aseguró que «el día que haya paz entre Israel y Palestina está mas cerca de lo que muchos piensan». «Habrá un Estado palestino en los territorios que muchos israelíes creen que les pertenecen», expresó, haciendo un llamamiento a «luchar por la paz y defenderla». Para esto, apuntó, son necesarias unas elecciones.
«No muchos israelíes entienden el trauma palestino»
Con cautela, Sinijlawi, quien se definió a si mismo como un palestino musulmán que ya en la adolescencia empezó a participar en la intifada para defender su identidad, sostuvo que «miremos como lo miremos, parece que se ha terminado la guerra y entramos en una nueva fase, que puede ser mucho más difícil». En ese capítulo que ahora empieza hay, según afirmó, varios retos. Uno de ellos, justificó, es asumir el trauma de la ciudadanía. «No muchos israelíes entienden el trauma palestino», zanjó.
Al igual que Olmert, Sinijlawi habló de la importancia de un cambio de liderazgo. «Tanto israelíes como palestinos merecemos un liderazgo mejor», alegó, a la vez que dijo que para llegar a dos Estados es necesario conversar y «sanar los corazones» en ambos lados. Con todo, y sin depreciar la ayuda internacional señaló que la solución del conflicto, con dos estados, «no puede venir por Madrid o por Washington». «El conflicto hay que entenderlo desde el Israel y Palestina, ponerse en su piel, y no solo verlo desde el punto de vista de la comunidad internacional», razonó.
Con el foco puesto en el acuerdo de paz planteado por Trump, Sinijlawi hizo hincapié en que «lo más importante» es la promesa de celebrar elecciones presidenciales y legislativas en Palestina. «Si Europa puede hacer algo por Oriente Medio es que se celebren estas elecciones». «No hay más opciones que la paz», concluyó.