La Policía Nacional ha echado el guante a uno de los ladrones más activos de Gran Canaria y que actuaba, sobre todo, en Telde y en la capital: un hombre de 42 años que acumulaba un amplio historial por delitos contra el patrimonio y robos con violencia y que asaltaba a sus víctimas y comercios utilizando armas blancas y pistolas simuladas. Tras la detención, el atracador, que actuaba días consecutivos, duerme ya en prisión.
El primer robo de esta tanda que lo ha llevado a la cárcel tuvo lugar el 29 de septiembre, el lunes, en un restaurante de comida rápida ubicado en Jinámar. El individuo accedió al local portando lo que parecía un arma de fuego y, tras intimidar al personal, sustrajo la recaudación de la caja, que ascendía aproximadamente a 200 euros.
Al día siguiente, en la tarde del martes, 30 de septiembre, el ahora encarcelado cometió dos asaltos en Las Palmas de Gran Canaria. El primero tuvo lugar sobre las 7.30 horas y la víctima fue un taxista, al que hizo creer -en compañía de otro compinche- que iba a pagarle una carrera. Nada era cierto.
En un momento determinado del trayecto, el delincuente sacó un cuchillo y abordó al conductor. «¡Dame el dinero, dame el dinero!», le exigió, poniéndole el puñal en el cuello. El taxista trató de disuadirlo diciéndole que no llevaba ninguna cantidad y que los hechos estaban siendo grabados por la cámara del coche, pero no le importó. «Está grabando, viene la Policía, mira, viene la Policía», le dijo el taxista. El atraco continuó y el forcejeo empeoró, hasta el momento en el que el ladrón se abalanzó sobre el taxista y logró arrebatarle sus pertenencias y 150 euros en efectivo.
La segunda afectada ese 30 de septiembre fue una mujer a la que sorprendió en la vía pública y sustrajo sus enseres en tras amenazarla con un arma blanca y, de nuevo, la pistola simulada.
De inmediato se estableció un dispositivo policial de búsqueda, en el que los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) lograron localizar, identificar y detener al sospechoso en el barrio de Zárate.
Registro de la vivienda
En el registro de su vivienda, los agentes localizaron el arma blanca y el arma de fuego simulada utilizadas para cometer los hechos delictivos. También pudieron recuperar todas las pertenencias robadas.
Ya en dependencias policiales, los investigadores confirmaron y le atribuyeron la autoría de los hechos producidos el día anterior en el restaurante de Jinámar, gracias al cotejo de huellas y otras pruebas. También averiguaron que le constaba una orden judicial de ingreso en prisión por robos anteriores.
Una vez finalizadas las diligencias, el detenido fue puesto ante la autoridad judicial competente, quien decretó su inmediato ingreso en prisión.










