“La venta de entradas va a muy buen ritmo y esperamos que la plaza de Villena se llene mañana para esta segunda final”. Son palabras del empresario Nacho Lloret un día antes de la celebración del festejo que cerrará la temporada taurina en Villena. Mañana a las seis de la tarde, Simón Andreu, Juan Alberto Torrijos y Mario Vilau se disputarán el Circuito Valenciano de Novilladas con reses del castellonense Daniel Ramos, una novillada seria que cumpliría los cuatro años en cuestión de un mes. Un hecho que evidencia la seriedad que se ha buscado para la cita. A lo largo de las diferentes fases, el nivel de los propios novilleros ha ido colocándolos en el lugar correspondiente. La gran nota diferenciadora con la edición anterior, que fue la primera, ha sido que este año el nivel de los participantes ha sido superior, un hecho que ha supuesto que llegar a esta final de mañana sea ya en sí un premio. Como nota comparativa, recordemos que el pasado año, dos alicantinos llegaron hasta la última fase, Borja Escudero y Kevin Alcolado, consiguiendo el triunfo el primero. Alicante partía este año como gran favorita al contar con cinco novilleros en el certamen: Borja Álvarez, Javier Cuartero, Borja Ximelis, Santiago Esplá y Kevin Alcolado, este último y Esplá fueron los únicos que lograron llegar hasta las semifinales, aunque ninguno ha alcanzado la final de mañana.
El escenario elegido vuelve a ser el mismo de la primera edición. Villena se convierte así, junto a la recuperada plaza de toros de Ondara en el gran baluarte de la provincia en materia taurina ofreciendo un escenario perfecto para la celebración de la final del circuito. Este año, los novilleros harán el paseíllo por la tarde a diferencia de la final matinal de 2024. Simón Andreu, natural de Chiva sabe bien lo que es torear en Valencia. Estuvo presente en el festival celebrado en el coso de Monleón por los afectados de la Dana y su tauromaquia es poderosa y de mucha transmisión. La espada es uno de sus fuertes y llama la atención el sitio que posee pese a su corta edad. Juan Alberto Torrijos, natural de Algemesí, es otro novillero que sorprende cuando se enfunda el vestido de torear. Fiel a su concepto de toreo clásico, a lo largo del certamen hemos podido comprobar como su ambición y su clase como torero bien le han valido su presencia en la final. Por último, la gran revelación del certamen se llama Mario Vilau. Natural de Barcelona, concretamente de Hospitalet de Llobregat, este novillero ha arrasado en cada una de sus tardes. Valor, arrojo, ambición y clase al torear. Esas podrían ser las cualidades que le definen, aunque tiene muchas más. Su conexión con los tendidos es innegable y lo más importante de todo es que quiere ser figura del torero a cualquier precio. Todo se decidirá mañana en un escenario único.