Por tercer día consecutivo continúan este viernes las movilizaciones en Italia tras el asalto israelí contra la flotilla Global Sumud, y para exigir el fin de la guerra que Israel mantiene contra la población en Gaza.
Hoy miles de personas se han congregado en Roma, en la principal manifestación de la jornada, aunque también se celebran otras 100 movilizaciones convocadas en ciudades del norte y sur del país. Además, en Livorno los estibadores han vuelto a bloquear el puerto, y también se registran cancelaciones de trenes en Milán y Roma, así como de aviones en Bari.
Los ciudadanos han salido a la calle a pesar de que el jueves la Comisión de Garantía de las Huelgas, un ente estatal consultivo que vela por el correcto ejercicio de este derecho, declaró el paro como «ilegítimo» por falta de preaviso, ya que fue convocado apenas dos días antes.
«La agresión contra las naves civiles que transportaban ciudadanos italianos representa un hecho de gravedad extrema, un golpe al orden constitucional que impide una acción humanitaria y solidaria hacia la población palestina, sometida por el gobierno israelí a una verdadera operación de genocidio«, ha advertido el sindicato CGIL, el principal del país.
La protesta ha sido fuertemente criticada por todo el Gobierno italiano, especialmente por Matteo Salvini, el ministro de Infraestructuras, y la primera ministra Giorgia Meloni. «No les interesa la paz, sólo [no trabajar] todo el fin de semana», ha afirmado la política, al encender así aún más la rabia de los manifestantes.














