El Grupo 1 de Primera RFEF se quedará este sábado (20:00) con un equipo invicto. A no ser que el resultado que se produzca en el Rodríguez López sea un empate. Después de cinco jornadas consumidas, se enfrentan los únicos que todavía no han perdido, Tenerife y Zamora. La diferencia está en que los blanquiazules lo han ganado todo y los rojiblancos han empatados tres veces. Incluso comparten el dato de haber encajado solo un gol. Otra cosa es la producción ofensiva. Mientras el conjunto entrenado por Álvaro Cervera lleva trece, el de Juan Sabas no ha pasado de cinco.
¿Un rival directo?
La búsqueda de un rival que sea la verdadera competencia del Tenerife en la carrera hacia el campeonato y el ascenso directo, sitúa al Zamora como una clara opción. De momento, el líder mira por el retrovisor y no ve a nadie pisando el acelerador. Tiene a cinco puntos de distancia al Celta Fortuna, Guadalajara y Racing de Ferrol, y a continuación, a un Zamora que viene de derrotar al Mérida (3-0) y que tiene en su mano la posibilidad de perturbar la paz deportiva de los blanquiazules. Sería ganando, un reto que cada vez parece crecer en dificultad dada la contundencia con la que se está desenvolviendo el representativo, cuyos protagonistas son los primeros en recordar que algún día llegará un tropiezo. A Cervera no le cuesta llegar a esa conclusión. Cuestión de experiencia, de saber de qué va esto de competir –o de no hacerlo–. Y seguramente imagina esa mala tarde con un Tenerife parecido al de la segunda parte del partido ante el Castilla: se marchó al descanso con 0-3 y lo pasó mal para no desperdiciar esa ventaja. El entrenador sostiene que la clave consiste en que nadie se acomode. Ya se ha demostrado que un Tenerife en plenitud es casi imbatible. Y podrá serlo ante el Zamora. Al menos, por la participación de los jugadores que han dado continuidad a una racha sin precedentes en un comienzo de curso de este club.
Mateu sigue de baja
En principio, Cervera solo tendrá la baja de Marc Mateu. Una semana más. El valenciano debutó en la jornada inaugural, en Guadalajara, sufrió un esguince de tobillo y no ha vuelto a entrar en una convocatoria. En cambio, recupera a Anthony Landázuri, que se perdió el viaje a Madrid –Castilla– por un permiso de paternidad. Su puesto fue cubierto por José León. De resto, los mismos integrantes de un once que ya se recita de carrerilla, un equipo ganador que, de momento, no se presta a rotaciones. Ya se verá un poco más adelante cuando se apriete la agenda con el estreno en la Copa del Rey.
Sabas tampoco se puede quejar de contratiempos. Tendrá la posibilidad de repetir el once que goleó al Mérida. En ese equipo no estuvo el mediocentro Clavería, que cumplirá este fin de semana su segunda jornada de suspensión por una sanción. Sí fue titular su máximo anotador, Javier Eslava (dos goles). Y actuó como reserva el exblanquiazul Álvaro Romero, el extremo fichado en 2023 que tan condicionado estuvo por las lesiones.
Aitor Sanz, capitán en los dos clubes
El Zamora no es un club cualquiera para Aitor Sanz. El capitán del Tenerife también lo fue del equipo castellano. Entre otras cosas, estuvo a un paso de lograr un ascenso a Segunda con el uniforme rojiblanco. Se lo impidió el Rayo, de Mel, en la final del playoff de 2008.
Tenerife y Zamora se enfrentaron por última vez en el Heliodoro el 30 de septiembre de 2012, en Segunda B. El resultado fue de empate (1-1). Aridane neutralizó para los de Cervera la ventaja lograda por el conjunto zamorano. El balance general en la Isla es de tres triunfos –uno en Copa–, dos empates y una derrota.
Vía: El Día – La Opinión de Tenerife