NUEVO LIBRO | Carme Chaparro: «Estoy deseando volver a la tele, pero ahora estoy centrada en mi recuperación»

A Carme Chaparro la promoción de ‘Venganza’ (publicado por Espasa), su nueva novela, le pilla en un momento delicado. La periodista de ‘Informativos Telecinco’ lleva meses convaleciente de una enfermedad que la mantiene en cama a base de una fuerte medicación, y que le obligó a retrasar el lanzamiento de la novela, un ‘thriller’ que completa la trilogía ‘Delito’ y ‘Castigo’ en el que plantea la misteriosa muerte de unos implacables magnates de la televisión que no tratan demasiado bien a sus empleados.

Su libro es ficción, pero destapa los entresijos de la televisión, un mundo que conoce bien, así que da pie a plantearse: ¿hay mucho de realidad en él?

John Grisham era abogado y escribía de bufetes, pero siempre pasaban desgracias. ‘Venganza’ es ficción, pero llevo 30 años trabajando en la tele, así que sé cómo funcionan las cosas. En el libro los buenos son más buenos, y los malos, más malos, pero hay cosas en la novela que son historias que me han contado amigos y gente de otros canales. Les he pedido permiso para incluirlas.

Hay personajes de su libro que tienen terror a dejar de salir en la tele. ¿Eso pasa mucho?

Claro que pasa. En la puerta del colegio de mis hijas coincido con un hombre que va a recoger a sus nietas y que salía en TVE cuando solo había un canal de televisión en España. Me contó que tuvo que pasar por un tratamiento psicológico muy intenso cuando dejó de salir. Así que pasaba antes y pasa ahora. También depende de la edad con la que te pille, de tu personalidad, de la fuerza que tengas en ese momento. Para los que nos gusta contar historias, y a mí me encanta, cuando te dicen que eso, de momento, se ha acabado, es duro. A mí me pilla con una edad en la que sé que la tele no es toda mi vida, pero he visto a compañeros pasarlo muy mal.

Uno de los personajes de ‘Venganza’ es presentadora de televisión y le dicen: «Deberías cuidarte más. Ya sabes cómo trata este trabajo a las mujeres y tú ya has pasado la edad de estar cañón». Siendo mujer, ¿la supervivencia en televisión es todavía más difícil?

¡Y tanto! Solo hay que hacer un barrido por las cadenas. ¿Cuántos cuerpos no normativos hay de mujeres y cuántos de hombres? ¿Cuántas mujeres con más de 50 y cuántos hombres? ¿Y cuántas de ellas han conseguido mantener el cuerpo, la cara y la energía que tenían a los 30? Yo no digo que te lo exijan los jefes, sino que es esa autoexigencia que tú tienes siempre, de si con la menopausia engordas, te ves flácida y ya no te van a querer en el trabajo de tu vida. Hay hombres que se lo están planteando ahora, pero a nosotras nos viene de muy lejos. Y viene de la sociedad, no de la tele, porque la tele es un reflejo de la sociedad.

Es un medio muy exigente.

Ultraexigente. Tengo compañeros que han presentado varios programas que no han funcionado y te dicen que sienten que no se quieren a sí mismos porque sienten que no saben hacer lo que se espera de ellos. ¡Y eso es muy duro! La televisión es una empresa y tiene que ganar dinero, como todas. El problema es que es una empresa de cara al público, con millones de personas que la ven, con las redes sociales que luego cogen un fragmento y lo viralizan…

¿Usted ha aprendido a relativizar todo eso?

Sí, entre comillas. He tenido un año muy difícil, con la muerte de mi padre, con una enfermedad que estoy pasando… Estoy pendiente de una intervención médica complicada. Me tomo la medicación por la noche y por el día estoy medio ‘grogui’ en la cama. Los doctores me han explicado que ya sabemos el barrio donde está la enfermedad, y que ahora vamos a buscar la habitación. Así que aprendes a relativizar. Aprendes que la salud, que la dabas por descontada, es lo más importante, pero siempre nos puede un poco el ego… Yo tengo la suerte de tener una familia que me sostiene, y también tengo la literatura. Los libros me han salvado muchas veces en mi vida, y ahora también, viendo lo que me cuentan los lectores. Soy una persona que necesita que la quieran, y quizá la tele es una manera de que la gente me quiera, o también me odie, porque es muy visceral, pero los libros son otra manera.

¿Tardaremos mucho en verla de nuevo en televisión?

Depende. Estoy esperando fecha para la intervención quirúrgica y depende de cómo vaya habrá que hacer más o menos reposo. Yo estoy deseando volver a la cadena, y a informativos, pero será cuando digan mis jefes en Mediaset. Ahora mismo estoy centrada en mi recuperación.

La periodista y escritora Carme Chaparro / IRENE VILÀ

Cuando lees ‘Venganza’ es imposible no asociar a su protagonista, Berta, con usted. Porque también es periodista de televisión e incluso tiene una enfermedad crónica.

Todos los personajes tienen algo de mí, pero quizá Berta sea el que más se me parece. Parte de sus miedos son mis miedos, de sus angustias, de sus vivencias… Santi [el otro protagonista] puede tener algo de mí, pero yo no soy forense como él. Iluminada [otro personaje] es la periodista de 60 años con los ovarios cuadrados a la que yo querría tender en el futuro…

Berta, en el libro no quiere desvelar su enfermedad. Usted, en cambio, sí que habló del síndrome de Menière que padece.

Cuando hablé de mi tinnitus, vino un compañero de la redacción a decirme que cuando me leyó a mí entendió a su madre, que pasaba por lo mismo, porque antes pensaba que era una exagerada. Ahora estoy esperando salir de quirófano y saber el tratamiento para poder contarlo, porque quiero contar lo que me pasa. Hice un vídeo en Instagram porque mi libro tenía que salir en marzo pero tuve que pedir a la editorial que lo retrasara, y quería explicar por qué no salía la novela. Por los lectores y por los libreros. Ahora estoy esperando a tener una solución o una medio solución para poder contar mi historia, y con la voz que yo pueda tener, ayudar a otras personas que están pasando por lo mismo, a sus familiares y a las asociaciones de pacientes.

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