El porcentaje de jóvenes propietarios de vivienda cae cinco puntos en dos años, al 30%

El porcentaje de particulares entre 18 y 34 años que son propietarios o copropietarios de un inmueble ha pasado del 35% en 2023 al 30% en 2025, según datos de Fotocasa Research.

La caída es especialmente acusada entre el subgrupo de jóvenes de 25 a 34 años, que hace dos años alcanzaban el 38% de propietarios y hoy apenas representan el 32%. Entre los más jóvenes, los encuestados entre 18 y 24 años, solo un 22% son propietarios.

Entre los españoles menores de 35 años que ya son actualmente propietarios de una vivienda, la mayoría destina el inmueble a uso habitual: el 91% reside en el inmueble, un porcentaje similar al de 2024 (90%), pero que supone un incremento respecto a 2023 (86%).

En cambio, caen notablemente los jóvenes que utilizan la vivienda como segunda residencia (del 13% en 2024 al 9% en 2025) o que la alquilan a terceros como residencia habitual (con una tasa que ha disminuido del 11% al 7% en el último año).

El porcentaje de jóvenes que no da ningún uso a una vivienda de su propiedad es muy residual y apenas alcanza el 3% del total.

Por otro lado, el 86% de los menores de 35 años que demandan una vivienda, ya sea en compra o en alquiler, lo hacen también con la intención de convertirla en su residencia habitual. Frente a esta mayoría, solo un 10% planea destinarla a segunda residencia y un 2% señala que la utilizará para otros usos. Si se pone el foco únicamente en los jóvenes compradores, el 6% reconoce buscar una vivienda como inversión.

En términos generales, el uso que los jóvenes hacen de la vivienda se mantiene constante con el paso del tiempo. De hecho, en comparación con 2024, los porcentajes registrados apenas muestran variaciones significativas desde el punto de vista estadístico, y el uso mayoritario de la vivienda por parte de los jóvenes se mantiene como primera residencia.

«La caída de la participación refleja la enorme brecha de accesibilidad a la vivienda que sufren las nuevas generaciones. Y se hace especialmente dura en la etapa en la que teóricamente se consolidan los proyectos vitales y profesionales de quienes tienen entre 25 y 34 años», comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

«El gran desafío es que, pese al deseo mayoritario de emancipación mediante la compra, los obstáculos económicos como la falta de ahorro suficiente, la precariedad laboral y, sobre todo, la escalada de precios, siguen retrasando su acceso a la vivienda en propiedad. En estos momentos, la frustración de los jóvenes es muy alta y la consecuencia es una generación que se emancipa tarde y cada vez con más incertidumbre», explica.

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