A vueltas con la eliminación de los puntos violeta en las Fiestas del Pilar de Zaragoza. Tras varios días en los que la polémica ha sacudido los pasillos del consistorio, al anunciarse que serían sustituidos por «espacios seguros unisex» (ya empleados en el Vive Latino y en eventos anteriores desde el pasado año), esta vez ha sido Vox el que ha planteado una nueva cuestión al respecto.
En declaraciones a la SER, el portavoz de la formación ultra, Julio Calvo, socio preferente del Gobierno municipal del PP, aseguró que ese cambio había sido una «condición» que Vox había puesto para aprobar los próximos presupuestos municipales, ahora en fase de negociación. De hecho, no se trata de la primera vez que la formación de Abascal plantea estos términos en sus conversaciones con el PP de Zaragoza. En cualquier caso, la alcaldesa Natalia Chueca ha querido matizar este jueves las palabras de Calvo con el objetivo de cerrar todas las polémicas.
«Vox nos sugería que se eliminasen todos y nos negamos rotundamente. No podemos dejar a las mujeres desprotegidas, por eso planteamos el modelo que ya implantamos el año pasado de forma discreta y silenciosa, que supone ampliar esos puntos violeta a espacios seguros que incluyan más violencias», ha remachado Chueca, que ha hecho referencia a otras violencias como la sumisión química. «Los niños de 16, 18 o 20 años no tienen porqué estar menos protegidos que las mujeres. Es una mejora y Vox la aceptó», ha zanjado.
Cabe recordar que el asunto llegó hasta Madrid, con la ministra de Igualdad, Ana Redondo, acusando al PP de Chueca de hacer «seguidismo» a las políticas de Vox. Unas declaraciones que no sentaron bien en la capital aragonesa y a las que la propia alcaldesa quiso responder este miércoles, contraatacando al subrayar que el Gobierno central «ocultó» los fallos en las pulseras antimaltrato. «No están para dar lecciones», concluyó.
La novedad ahora radica en la postura de Vox, detrás de un cambio que, como ha asegurado Chueca, los de Abascal querían que fuese mucho más allá. Tanto es así que esta cesión tiene una importancia considerable, al enmarcarse en la negociación presupuestaria. Así, mientras en el Pignatelli la negociación está estancada tras un año en el que Vox y el PP de Azcón no lograron aprobar unas nuevas cuentas autonómicas, en la plaza del Pilar las conversaciones van por mejor camino. De alcanzar una nueva entente, serían los terceros preuspuestos municipales apoyados por la extrema derecha en el Ayuntamiento de Zaragoza.














