El Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, ha absuelto al exinspector jefe de la comisaría centro de València del delito de odio que se le imputaba después de equiparar inmigración y delincuencia durante unas jornadas en el Ateneo Mercantil de València organizadas por la formación de ultraderecha, Vox. El que fue inspector jefe de la comisaría centro de la ciudad de València, puesto del que fue cesado precisamente por estas declaraciones, ha lamentado la imagen «incierta» que se está transmitiendo sobre él «de persona racista y xenófoba» y ha remarcado ser «todo lo contrario». «Soy un activista social que ayuda a la gente», ha sostenido.
A pesar de que el juez considera que durante su intervención en la mesa redonda organizada por Vox, Ferris «se extralimitó en algunos momento», empleando términos «demasiado categóricos» e incluso «efectuó valoraciones más que discutibles, algunas de las cuales podían resultar molestas e incluso ofensivas», considera que la idea preponderante de su discurso «no fue denigrar a todo un colectivo, sino plantear su visión de la política de seguridad y de la política migratoria». «Su mensaje contiene un determinado enfoque de seguridad pública», agrega el magistrado.
El juicio contra Ferris se celebraba después de que una treintena de organizaciones de personas migrantes denunciaran ante la Fiscalía las afirmaciones que el ex policía expresó durante una comparecencia en una mesa redonda denominada «Mesa de seguridad ciudadana». En ellas aseguraba que «todos los inmigrantes son delincuentes, al menos en España» e instaba a los ciudadanos a «dejar de ser un pueblo pacífico» y «pasar a la acción» para «recuperar» el país. Por estos hechos, tanto el Ministerio Fiscal como las acusaciones particulares, representadas por los letrados Juan Molpeceres y Pilar Sortina, solicitaban una pena de tres años de prisión y el pago de una multa por aprovechar su condición de policía para «incitar al odio contra las personas extranjeras» expresando estas afirmaciones «a sabiendas de que los datos que aludía eran falsos».
Las acusaciones mantienen la petición de cárcel
Durante su declaración, Ricardo Ferris alegó que su discurso «fue dirigido contra los delincuentes» y sostuvo que en ningún momento quiso incitar a la gente a pasar a la acción y ha matizado que estaba destacando la «falta de implicación de los ciudadanos». «Llevo 35 años viajando a República Dominicana, yo mismo soy extranjero en aquel país. ¿Cómo voy a plantear a la gente a que salga a matar? Es tan grotesco que es increíble que se plantee», esgrimió. Del mismo modo, defendió que, como policía, «mi única obligación es detener a los delincuentes» y se apoyó en los testimonios de varios compañeros que, según afirmó ante la Sala, «reconocen que se ha ido de las manos la seguridad».
Tras escuchar la declaración de todas las partes y volver a visionar la comparecencia íntegra del entonces inspector jefe de la policía durante la mesa redonda, las acusaciones pública y particulares han elevado a definitivas las conclusiones y han mantenido la petición de tres años de cárcel por este discurso «en el que atribuía al colectivo inmigrante la práctica totalidad de la comisión de delitos, mensajes estos encaminados a propagar el rechazo, el desprecio, la hostilidad y la animadversión hacia los mismos y en los que, además, se hacen constar datos falsos para el citado propósito». La defensa, ejercida por el penalista Juan Carlos Navarro, solicita por su parte la absolución de su cliente al no ver probados los hechos por los que se le enjuicia.