El Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) defienden que hay una saturación «administrativa» o «contractual», «no física», en las redes eléctricas que impide conectar nueva demanda. Y abogan por pinchar esta ‘burbuja’ antes de hacer nuevas inversiones que terminen pagando los consumidores. En ello han coincidido tanto el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, como la directora de Energía de la CNMC, Rocío Prieto, en sendas intervenciones durante el congreso anual de la patronal eléctrica, Aelèc.
El mensaje no es menor porque se produce en un momento en el que la CNMC debe aprobar la retribución de las redes eléctricas para el próximo periodo regulatorio (2026-2031), sobre la que también se tiene que pronunciar el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. La propuesta preliminar, anunciada por el organismo que preside Cani Fernández, no convence a las eléctricas, que afirman que la congestión actual de las redes les obliga a hacer nuevas inversiones y piden una mejor retribución para ello.
Hace un mes, las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) publicaron, a petición de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), los mapas de capacidad de la red eléctrica para conectar demanda. El resultado fue que el 83,4% de los nudos están saturados, porcentaje que en los días siguientes se ha elevado hasta rozar el 100%, según aseguran fuentes de la patronal de la distribución, Aelèc. Es decir, en España no hay ‘enchufes’ disponibles para poder conectar a nueva industria o aquella que decida pasar del gas a la electricidad, ni a centros de datos ni a nuevos proyectos urbanísticos.
En los últimos cinco años estas compañías han concedido permisos a 43 gigavatios (GW) de capacidad para nuevas demandas de energía, repartidos entre centros de datos (12 GW), industria (11,3 GW), planeamientos urbanísticos (6 GW), hidrógeno (3 GW) e infraestructura de recarga del vehículo eléctrico (2,3 GW). Sin embargo, existe el temor generalizado de que parte de estas demandas no se llegarán a conectar nunca. El motivo es que hasta hace dos años solicitar un permiso de acceso a la red era gratuito y se solicitaron estas licencias sin discriminación.
Muchas solicitudes concedidas se repiten en distintas localizaciones, otras no se van a utilizar nunca y otras se solicitaron para especular y poder revenderse en el futuro, como ocurrió con la generación entre los años 2018 y 2020. El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, suele decir que hay hueco en las redes existentes para dar cabida a una nueva España entera. Y así lo ha vuelto a repetir este miércoles, antes de afirmar que «hay una saturación administrativa de las redes y no una saturación eléctrica». En la misma línea se ha pronunciado la representante de la CNMC, Rocío Prieto: «Tenemos una congestión contractual y no una congestión física».
El secretario de Estado de Energía ha vinculado la necesidad de realizar una criba de solicitudes concedidas a las nuevas inversiones. «Antes de plantear nuevas inversiones en redes eléctricas hay que asegurar que aprovechamos al máximo las redes existentes«, ha advertido Groizard. Mensaje que ha repetido horas después el director general de Política Energética y Minas, Manuel García, en el mismo foro: «Es una prioridad antes de construir nueva red optimizar la red existente porque es lo mejor, lo más eficiente y lo que permite mantener la competitividad, los precios bajos y el menor impacto ambiental».
Por su parte, la directora de Energía del regulador, Rocío Prieto, ha mostrado el «compromiso» de la CNMC por desarrollar un marco de distribución «que maximice la red que hay y permita hacer nuevas inversiones». Para avanzar en esta ‘limpieza’ de la red, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha convocado el viernes a un grupo de trabajo formado por el Gobierno, el regulador y las empresas eléctricas en el que tratarán de buscar soluciones a este problema.
Retribución de las redes
La directora de Energía de la CNMC, Rocío Prieto, ha vuelto a enfriar las expectativas de las eléctricas sobre una mejora de su propuesta de retribución a las redes de distribución. Prieto ha defendido la propuesta del regulador como un marco «flexible, simple y sostenible» que permita a las empresas «mantener eficiencias en las redes de distribución y que los consumidores tengan un precio atractivo en los peajes» que afectan a la factura de la luz.
Además, ha defendido la tasa de retribución del 6,46% sobre la que ha dicho que «es continuista» y da «seguridad» a las empresas porque, «a diferencia de lo que ocurre en otros países en los que hay una tasa más alta pero que puede cambiar», en este caso se mantiene estable durante todo el periodo regulatorio (2026-2031). Según fuentes de este organismo, en función de la eficiencia de las empresas esta tasa podría alcanzar el 8%.
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