La Armada israelí ya ha comenzado el asalto de los barcos de la Flotilla, comenzando por el Alma, que lideraba la misión, y el Sirius, donde se encuentra la mayoría de los 50 españoles a bordo.
El asalto se está produciendo en aguas internacionales. Este es el punto donde se les ha detectado por última vez.
«Nuestros barcos están siendo ilegalmente interceptados. Las cámaras están desconectadas y los barcos están siendo asaltados por personal militar», asegura la Global Sumud Flotilla en un breve comunicado. «Estamos intentando confirmar el estado y la salud de todos los tripulantes».
En la tarde de este miércoles, la Flotilla había entrado ya en la zona de exclusión impuesta por Israel, de 120 millas náuticas, 222 kilómetros desde las costas de Gaza. Anteriores asaltos se han realizado en aguas internacionales en la zona de las 150 millas náuticas, unos 277 kilómetros. Legalmente, las aguas territoriales de Israel son 12 millas náuticas, ampliables a 24, y la zona económica exclusiva 200 millas náuticas.
Al caer la noche, más de una docena de buques de guerra han bloqueado la Flotilla e interceptado a varios de los barcos. Según las últimas informaciones, la intención de la Armada israelí es reunir a los tripulantes en un gran barco militar para deportarlos y hundir o remolcar, dependiendo del caso, a los barcos de la Flotilla. Los ministros radicales han asegurado que a los detenidos se les aplicará la máxima dureza. Israel ha movilizado a 600 policías para procesarlos y enviarlos a una cárcel en el desierto de Negev hasta su deportación.
En las últimas horas, el Gobierno de Tel Aviv ha intensificado su campaña de comunicación asegurando que Hamás está detrás de la organización de la Flotilla. Asegura que han «descubierto documentos oficiales de Hamás en la Franja de Gaza» que «por primera vez demuestran el «involucramiento directo de Hamás» en la financiación y ejecución de la Global Sumud Flotilla a Gaza».
En la Flotilla hay 50 participantes españoles, distribuidos en 13 barcos. La mayoría están en el Sirius. Del total de la flotilla, 6 barcos portan bandera del Estado español. Por ello, España envió hace una semana un buque militar Furor, para acompañar y dar eventualmente protección y salvamento, pero este miércoles el Gobierno ha advertido de que no les puede acompañar más y les ha pedido que abandonen la misión.
Durante la madrugada, los barcos han sido rodeados e intimidados por la Armada israelí, que ha bloqueado momentáneamente sus sistemas de navegación y comunicación. Las maniobras han provocado situaciones de peligro, según la Global Sumud Flotilla, pero ningún herido.
Entre los españoles hay políticos como Ada Colau (Comuns), Lucía Muñoz Dalda y Serigne Mbaye (Podemos), María Pilar Castillejo y Adrià Plazas Vidal (CUP), Juan Bordera (Compromís) y Jordi Coronas Martirel (ERC). Hay periodistas de El País, Público, AJ+ y Canal Red, además los sindicalistas Saturnino Mercader (CGT), Manuel García Morales (CCOO) y Eduard Lucas y Ariadna Masmitjà ‘Masmi’ (IAC-CATAC) o la artista, activista y marinera Nicole Montserrat León Avilés. Entre los tripulantes más conocidos está la activista Greta Thunberg.
Un mes de navegación bajo ataques
El 31 de agosto, hace ahora un mes, partía desde Barcelona el grueso de los barcos de la Global Sumud Flotilla. Entre vítores y gritos de «Palestina libre», centenares de personas se embarcaban rumbo a una misión pacífica pero muy peligrosa: intentar romper el bloqueo al que Israel somete a la Franja de Gaza y que ha provocado una hambruna decretada por Naciones Unidas. En un ataque contra una flotilla humanitaria en 2010, soldados israelíes mataron a una decena de activistas a tiros, después de que sus soldados fueran sido recibidos a palos en el abordaje de los barcos.
En realidad, la Flotilla era la suma de varios grupos de embarcaciones que fueron partiendo sucesivamente de ese puerto español de Barcelona y de los italianos de Otranto, Génova, Catania, de Túnez y de la localidad griega de Syros. En su punto álgido, llegaron a navegar medio millar de personas de 50 países. Ahora, tras varios inconvenientes, ataques y sabotajes, eran algo más de 300 personas en 40 embarcaciones, informa Irene Savio desde Roma.
31/08/2025 La activista y ex alcaldesa de Barcelona Ada Colau durante la despedida a la Global Sunat Flotilla en el Puerto de Barcelona, a 31 de agosto de 2025, en Barcelona, Catalunya (España). La Global Sumud Flotilla zarpa del Mediterráneo para enfrentarse al bloqueo ilegal de Israel y conseguir llevar ayuda humanitaria a Gaza. La flotilla supera los 20 barcos y las 300 personas con activistas de 44 países diferentes, a los que está previsto que se unan otras embarcaciones cuando lleguen a Túnez el jueves 4 de septiembre. / Kike Rincón – Europa Press / Europa Press
En la madrugada del 9 de septiembre se produjo un incendio en uno de los principales buques tras un presunto ataque de drones de origen israelí, según reconoció posteriormente un alto diplomático estadounidense.
El mayor ataque se produjo también de noche, en la madrugada del 24 de septiembre. Una decena de barcos fueron atacados con ácido, dispositivos incendiarios y drones, según denunciaron los tripulantes. No hubo que lamentar heridos graves pero sí daños en dos embarcaciones.
Ese mismo día, desde Naciones Unidas, el presidente español, Pedro Sánchez, anunció que España iba a mandar un barco militar para escoltar y proteger a la Flotilla. El buque de Acción Marítima Furor P-46 partió un día después desde Cartagena, pero este martes aún no había llegado a contactar con la flotilla. Seguía los pasos de una decisión similar anunciada previamente por la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, bajo presión porque hay decenas de italianos embarcados y porque hubo una gran manifestación de más de 100.000 personas y una huelga en Italia en contra del genocidio en Gaza.

Catania (Italia), 27/09/2025.- Una flotilla de barcos abandona el puerto de San Giovanni Li Cuti in Catania, / ORIETTA SCARDINO / EFE
El tramo más peligroso, la recta final, comentó el 27 de septiembre, cuando la Global Sumud Flotilla partió desde Creta, una pequeña isla muy cercana a Israel.
Mientras, desde Washington llegaban las noticias de que el presidente, Donald Trump, había presentado un plan de paz de 20 puntos que proponía el alto el fuego y la reconstrucción de Gaza, a cambio de la rendición de Hamás y la Yihad Islámica, la entrega de los rehenes y la gobernación de la Franja por un protectorado dirigido por el propio republicano.
Qué pide la Flotilla
«El objetivo de la Flotilla es claro: romper el bloqueo ilegal impuesto por Israel, abrir un corredor humanitario y denunciar el genocidio contra el pueblo palestino», aseguraba optimista la organización. Exigen que España aplique «todas las medidas de soberanía nacional para poner fin al genocidio del pueblo palestino, reconocido por la ONU y el Gobierno, mediante la ruptura de relaciones con Israel, un embargo total de armamento y financiero, y su exclusión de competiciones deportivas, artísticas y culturales».
También reclaman reforzar las medidas diplomáticas y jurídicas preventivas, incluyendo el envío de observadores, la protección logística, sanitaria y diplomática, así como asistencia consular en caso de detención. E impulsar una investigación judicial sobre los ataques con drones en puerto tunecino y en aguas internacionales.
«La Global Sumud Flotilla es una acción no violenta impulsada por la sociedad civil», concluyen en uno de sus últimos comunicados. «El apoyo solicitado a los Estados no equivale a intervención militar, sino a la provisión de protección preventiva para garantizar la llegada de ayuda humanitaria a Gaza».
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