¡Esto es la Champions! Ya lo dice el lema del himno de la máxima competición continental. Es la élite de la élite, el torneo de torneos, el campeonato destinado a los elegidos y donde cualquier fallo, cualquier error o cualquier despiste te penaliza. Y lo hace hasta tal punto que puede tirar por tierra todo lo sembrado hasta entonces.
Eso mismo vivió en sus propias carnes el Villarreal CF. El equipo de Marcelino García Toral tuteó a la Juventus (2-2) en su debut en La Cerámica en la Liga de Campeones, pero pese a ser mejor por muchos momentos, salvó un empate en un apoteósico final de partido cuando todo estaba perdido
Los amarillos dejaron con vida a una Juve que deambulaba en la primera mitad, solo con ventaja de 1-0, y pagaron caros dos errores en el inicio del segundo acto que le hicieron remar contra corriente. Renato Veiga daba el empate en el último minuto, haciendo justicia.
Tres años y medio después el fútbol en mayúsculas regresaba a Vila-real. Noche de las grandes ante un rival de los grandes. Frente a la Juventus, uno de los clubs más grandes de Europa, no se juega todos los días.
Y como toda noche mágica, el duelo iba a deparar sorpresas. Y lo hizo desde el inicio. Marcelino sorprendió con la titularidad de Arnau Tenas en detrimento de Luiz Júnior en la portería. Puede que el fallo que le costó al equipo la derrota ante el Tottenham tenga parte de culpa. Junto al meta catalán, otras cuatro novedades con respecto al Athletic, demostrando el técnico amarillo que en este Submarino no hay ni titulares ni suplentes. Pedraza, Comesaña, Buchanan y Dani Parejo fueron titulares.
‘Marce’ fortaleció la medular con Parejo como cerebro y Pape Gueye y Comseaña (este más escorado) como sus escuderos. Con la dupla Mikautadze-Pepe como estiletes y pesadillas en ataque.
El plan funcionó desde el inicio, con domino en la medular y con una salida en trombade un Villarreal que buscó el gol desde el arranque, arrinconando a la Juve
El primer tanto
Y pasado el minuto 20 logró adelantarse en el marcador. Parejo puso un magistral pase entre líneas a Mikautadze, que chocó con los centrales juventinos, sirvió el balón a Pepe, que le devolvió el esférico y el georgiano ejecutó al meta Perin estableciendo el 1-0.
La Cerámica explotaba de júbilo ante lo que se venía. De hecho, acto seguido, Pedraza percutía por la izquierda y mandaba un trallazo al poste tras desvío de Perin. Olía a 2-0, pero no fue así.
A partir del minuto 25 la Juventus despertó y el panorama fue otro. Locatelli se convirtió en el ‘regista’ de los italianos, asociándose con Yildiz y generando preligro por ambas bandas. Antes del descanso McKennie obligó a lucirse a Arnau Tenas y Yildiz falló dos claras con lanzamientos altos, mientras Buchanan en una contra antes del descanso perdonó solo en área pequeña
Trepidante
Con una presión asfixiante de la Juve comenzó la segunda mitad. Los de Tudor ahogaron la salida de balón desde el inicio en busca del empate. Jonathan David fallaba solo sin portero al minuto de la reanudación e, instantes después, Gatti anotaba de chilena el 1-1 a la salida de un córner en un remate en el que Tenas pudo hacer más.
El mazazo inesperado fue tal que, cinco minutos después, Conceiçao se anticipaba a Veiga a un flojo pase de Parejo y se plantaba ante Arnau Tenas, fusilándole con un remate por el centro (1-2).
En el fútbol de élite ya se sabe que si perdonas en el área rival, cualquier descuido en la tuya te sale muy caro. Y la Juve lo aplicó a rajatable y a la italiana.
Tocaba remar contracorriente y con la moral por los suelos. Marcelino varió el dibujo y refrescó el equipo con Oluwaseyi y Moleiro pasada la hora de juego.
Pero el doble varapalo dejó muy tocado en lo anímico al conjunto amarillo, al que le costó rehacerse. Es más, Jonathan David enmudeció La Cerámica mandando un trallazo al larguero en el 72.
Los groguets estaban sumidos en un limbo del que no podían despertar, con una Juve jugando a que no pasara nada, agazapada atrás y saliendo a la contra.
Consciente de ello, Marcelino volvió a darle un giro de tuerca al equipo, apostando por atacar por los costados, dando entrada aSergi Cardona e Ilias Akhomach. Y el Submarino despertó.
El Villarreal comenzó a percutir por uno y otro costado. Oluwaseyi tuvo el empate con un cabezazo desde el punto de penalti, Rafa Marín buscó también el remate, pero la ocasión no llegaba. Hasta que, en el último minuto, Renato Veiga cabeceó de forma magistral un córner de Akhomach, perforando el marco de Perin y haciendo estallar La Cerámica con el 2-2.
Un marcador que ya no se movió pese a que Gueye la tuvo al final con otro testarazo que blocó el portero. Incluso en la prolongación se pidió un penalti por codazo a Sergi Cardona. Fue un empate aposteósico y que hizo justicia a los méritos de unos y otros. El Villarreal tuteó a la Juve y suma su primer punto en esta Champions.
Suscríbete para seguir leyendo














