Romario aclara con quien habría jugado antes: ¿con el Real Madrid o con Argentina?

Romario da Souza Faria es uno de los delanteros más míticos de la historia del fútbol y su recuerdo como jugador va muy asociado a su huella con la selección brasileña y en el FC Barcelona. Con la ‘verdemarela’ el atacante, que ahora tiene 59 años, fue el crack de la selección que fue campeona del Mundial en 1994 y con el Barça solamente estuvo un año y medio, entre verano de 1993 y principios de 1995, pero sus goles y su magia con el balón dejaron un recuerdo mucho mayor al tiempo de su estancia en el Camp Nou. En las redes sociales es común verle hablar de fútbol y de sus vínculos emocionales con los equipos en los que estado. En una entrevista con un compatriota, que luce la camiseta de la Brasil pentacampeona mundial, se le puso en un compromiso a Romario cuando se  le preguntóe con quien habría jugado antes, si con Argentina siendo brasileño o si con el Real Madrid habiendo pertenecido al Barça. Su respuesta dejó bien a las claras hasta qué punto su paso por Barcelona le marcó. Así fue la conversación:

Pregunta: «¿Jugarías antes con Real Madrid o con Argentina? ¡Tienes que elegir1»

Romario: «¡Tengo que elegir! ¡caralho!… estas preguntas tuyas».

(Resopla ¡Ufff! ) «Dos equipos geniales; en fin… voy a jugar con Argentina».

Pregunta: «¿Pero que te ha hecho el Real Madrid?»

Romario: «Soy del Barcelona hasta la muerte ‘¡caralho!».

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Romario marcó 53 goles en los 84 partidos que jugó en el Barça. ganando la Liga 1993-94 con los famosos 30 goles que prometió el mismo día de su llegada procedente de Eindhoven, donde jugó durante cinco temporadas para el PSV. En enero de 1995 se marchó del Barcelona al Flamengo mediada la temporada 1994-95, después de que su tardanza unilateral en la reincorporación a la disciplina del Barça de Johan Cruyff, tras conquistar el Mundial en Estados Unidos, torciera una trayectoria que prometía ser más duradera y fructífera.  Aun así, la memoria que dejó en Barcelona y la que guarda él de su paso culé son imborrables.



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