La tormenta ‘Ex Gabrielle’, que desde las nueve de la mañana y hasta mediodía descargó sin parar, ha anegado la ciudad de Ibiza, causando el caos circulatorio al inundar numerosos viales.
Coches anewgados en el aparcamiento disuasorio cercano a Es Diari. / J.M.L.R.
El Ayuntamiento cortó el tráfico en el primer cinturón de ronda, la E-10. El carril que parte de la rotonda de ses Figueretes hacia la de Can Misses estuvo abierto hasta las 12 horas, cuando agentes de la Policía Local lo cortaron definitivamente y redirigieron la circulación procedente de la avenida Isidor Macabich hacia ses Figueretes. Vehículos policiales cruzados en la carretera impedían el paso en los cruces principales de este vial que circunvala la capital.

Tres jóvenes, uno con flotador, en la avenida Isidor Macabich. / J.M.L.R.
Como suele ser habitual cada vez que las fuertes precipitaciones descargan sobre Vila, el barrio de es Pratet se convirtió en un estanque maloliente. La calle Gaspar Puig fue cortada al tráfico para que el agua, empujada al paso de los turismos, no entrara en los bares y tiendas. Quienes se atrevían a deambular por esa calle se calaban hasta las espinillas, como en varias calles peatonales de la zona.
Es Pratet, un estanque maoliente
La avenida Isidor Macabich quedó intransitable durante buena parte de la mañana. En algunos vídeos se observa cómo el agua alcanzaba las ventanillas de los coches. Durante el chaparrón se convirtió en un caudaloso torrente que, desde el parque de la Paz, fluía con fuerza en dirección al puerto. El nivel del agua era tal que no se distinguía dónde estaba la acera y dónde el asfalto.

El primer cinturón de ronda, cerrado al tráfico, visto desde el puente de la Comisaría. / J.M.L.R.
En la avenida Bartomeu Roselló, navegable en la mañana de hoy, la riada penetraba en algunos comercios. Un vecino grabó desde una ventana cómo un contenedor se desplazaba flotando, hasta quedar varado en medio del asfalto. Cerca, la riada desaguaba, formando cascadas, en el mar desde el muelle del puerto donde parten los ferris hacia Formentera.
Pero a las 12 horas, cuando ya empezaba a reducirse la intensidad de la tormenta, de repente Aemet incrementó la alerta a roja
Pese a la intensidad de las precipitaciones, Aemet rebajó a las 10 horas el nivel de alerta de naranja a amarillo, para elevarlo fe nuevo a las 11 horas a naranja, con una duración hasta lasa 17 horas. Pero a las 12 horas, cuando ya empezaba a reducirse la intensidad de la tormenta, de repente Aemet incrementó la alerta a roja. Fue entonces cuando todos los teléfonos de los residentes en la ciudad recibieron el mensaje de alerta de Protección Civil por riesgo de inundaciones por lluvias torrenciales. En Valencia, hace 112 meses, esa alerta llegó a las 20 horas, cuando ya era muy tarde.