Los coches eléctricos son una realidad. Eso sí, todavía hay que salvar ciertas dificultades y, ante todo, el sector debe ofrecer soluciones para que los conductores superen sus reticencias a este tipo de motores.
Esta es la principal conclusión a la que llega el último estudio de Zapmap sobre la electromovilidad en el Reino Unido. Aunque no todos los datos se pueden extrapolar a mercados como el español, sí que hay ciertas conclusiones que pueden aterrizarse en España.
La principal es que el conductor medio no muestra un rechazo total al coche eléctrico: dos tercios de la población del Reino Unido confirman que sí comprarán un coche eléctrico en los próximos cinco años. Pero hay otro dato que muestra que aún quedan barerras que superar, ya que solo un 5% de los conductores conduce un EV.
La principal razón de esta situación, según el estudio, son los malentendidos: sobre las baterías, las recargas o incluso el precio. De hecho, Zapmap defiende que ante una explicación sobre la realidad de la electromovilidad, la intención de comprar un coche eléctrico aumenta.
Suspenso en recarga rápida
Eso sí, la infraestructura de recarga pública sigue siendo un problema. El 88% de los conductores de coches eléctricos se muestran insatisfechos con los puntos de carga pública en Reino Unido y un 90% de ellos carga su coche principalmente en casa y por la noche.
En España este argumento también es uno de los más esgrimidos como desventaja de los coches eléctricos. No obstante, la red española ya cuenta con casi 48.000 enchufes operativos al cierre del segundo trimestre de 2025, con un aumento del 3% respecto al trimestre anterior. No obstante, la mayoría de puntos son de hasta 22 kW, faltando instalaciones de carga rápida. Según estudio de BNP Paribas, en España se necesitan casi 20.000 pntos de recarga ultrarrápida para equiparar el servicio de electrorepostaje al de las gasolineras tradicionales.
Comportamiento de los hábitos de recarga / Zapmap
Pese a que el precio de los coches eléctricos sigue siendo otra de las barreras a salvar, el estudio defiende que el margen entre los vehículos de combustión y los EV, con un buen programa de ayudas, ya no es tan exagerado. Es cierto que, en la actualidad, varias marcas han puesto a la venta modelos electrificados a un precio más asequible. No obstante, el factor autonomía sigue frenando la aceptación por parte de ciertos segmentos de la población. En España, las idas y venidas con el Plan Moves, el rápido agotamiento del presupuesto y la falta de unas ayudas directas a la compra son algunos de los frenos económicos.
La clave está en los usados
Según el estudio, la clave para el impulso extra que necesitan los coches eléctricos se encuentra en el mercado de segunda mano. La posibilidad de acceder a vehículos de batería más económicos puede ser la solución a este segundo problema planteado.
Eso sí, los modelos de ocasión deben estar cubiertos por garantías y también ser susceptibles a recibir ayudas y financiación a la compra. En este aspecto, es importante que desmentir la ‘corta’ vida útil de las baterías e informar de manera adecuada sobre las garantías.
En España, donde los modelos eléctricos de segunda mano suelen rondar los dos o tres años, los compradores deben saber que las baterías todavía están en garantía (suelen durar unos ocho años). Las ventas de estos coches ha crecido en los últimos años y los precios, al mismo tiempo, se están abarantando. A cierre de 2024, el precio medio había caído un 8,1% y en este 2025 la tendencia se ha mostrado similar.