«Cárcel o bala» es la consigna que José Luis Espert propagó como principal espada de Javier Milei en Buenos Aires, la provincia que concentra el 40% de padrón electoral argentina. Fue amigo del anarco capitalista. Se pelearon y volvieron a reencontrarse cuando el extertuliano televisivo llegó al Gobierno. La relación presenta en la actualidad problemas políticos que pueden arrastrar al presidente. Espert es el principal candidato oficialista en los comicios parlamentarios del 26 de octubre que pueden sellar la suerte o inmediata desgracia del experimento de la ultraderecha. El adalid de la mano dura ha quedado en el centro de un escándalo que lo obliga a evitar la exposición pública. Los tribunales han recibido una denuncia según la cual Espert recibió «al menos la suma de 200.000 dólares de parte de una banda criminal que formaba parte de estructuras mafiosas ligadas al narcotráfico, y que se encuentra siendo juzgada en el fuero criminal del Distrito Judicial Este de Texas, Estados Unidos». El dirigente peronista y candidato a diputado en octubre, Juan Grabois, hizo la presentación judicial en la que se pide si los movimientos de fondos «se corresponden con una maniobra de lavado de activos».
Grabois solicita además que se esclarezcan las relaciones de Espert con Fred Machado, un argentino que se encuentra bajo arresto en el sur argentino y cuya extradición es requerida por el fiscal Ernest González. Ha sido el periodista Sebastián Lacunza quien divulgó la cifra de 200.000 dólares que surge de un cuadro en el que figura el nombre de Espert y fue utilizado como prueba por la fiscalía de Texas. El número fue aportado por una socia de Machado, Debra Mercer-Erwin, quien ya ha sido condenada en Estados Unidos por narcotráfico. «El Gobierno esconde a Espert», dijo el portal ´La Política Online`, al comentar la incomodidad oficial. Sectores de la derecha moderada han reclamado que Espert abandone la estratégica comisión de Presupuesto de la cámara de Diputados. Las sospechas sobre el candidato de la «cárcel o bala» para enfrentar los problemas de seguridad se remontan a 2019, cuando surge la relación «muy estrecha, amigable y probablemente de apoyo«, según el diario ´La Nación`, entre Machado y Espert, quien tuvo que admitir que el hombre que espera la extradición a Estados Unidos le prestó un avión y hasta una camioneta blindada.
Espert está a su vez asociado de manera lateral al otro escándalo que ha remecido a la ultraderecha. Es amigo personal de Diego Spagnolo, el exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) que reveló una trama de sobornos que ubican en un lugar central a Karina Milei. A través de Espert, Spagnolo accedió al entonces tertuliano televisivo y se convirtió en su amigo y abogado personal.
El papel de Estados Unidos
Por estas horas, el azote y el alivio llegan con la misma intensidad desde el norte para Milei. Donald Trump salió personalmente a su rescate en momentos de enorme incertidumbre. Estados Unidos prometió 20.000 millones de dólares y comprar bonos argentinos para sostener una economía al borde de la suspensión de pagos externos. Sin embargo, postergó hasta las elecciones legislativas de octubre la discusión puntual sobre un asunto vital para la supervivencia política del anarco capitalista. Las perspectivas electorales de la ultraderecha de cara al 26 de octubre dibujan interrogantes para un oficialismo que fue derrotado por 14 puntos en los comicios parlamentarios del pasado 7 de septiembre en Buenos Aires.
Milei ha decidido encabezar la campaña proselitista para recuperar las posiciones de La Libertad Avanza. El lunes tuvo una pésima experiencia en Tierra del Fuego, en el extremo austral argentino. Casi nadie se sumó a su caminata por la ciudad del «fin del mundo» y tuvo que suspenderla. El encuestador Hugo Haime acaba de revelar que ante la pregunta cómo mejoró la situación económica hogareña desde que empezó la gestión de la ultraderecha, un 79% contestó «poco o nada». En tanto, un sondeo de Managment & Fit da cuenta de que la imagen presidencial cayó al 37%. El control relativo de la inflación sobre la base de un ajuste que impacta en los pensionados, recortó fondos a discapacitados, las universidades y las provincias, los hospitales públicos y la provisión de medicamentos oncológicos que antes garantizaba el Estado, es una de las fuentes del malestar social. Este año se han perdido 125.000 puestos de trabajo en el sector privado. El consumo popular se ha derrumbado.
En este contexto surgió a semana pasada el auxilio norteamericano. Todavía se desconocen las condiciones que reclama el prestamista. El Gobierno hace esfuerzos para contener el precio del dólar. Ha impuesto nuevas restricciones para girarlo al exterior. La desconfianza ha vuelto a sobrevolar los mercados que habían saludado con entusiasmo el sostén de Washington. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, quiere saber cómo le irá a Milei el 26 de octubre antes de formalizar la asistencia bilateral. El caso Espert envía una mala señal a un Gobierno que necesita ganar o perder por muy poco en las urnas. El anarco capitalista se ha reunido con el expresidente Mauricio Macri, quien ha sido vital para su llegada al Gobierno, al traspasar los votos de la derecha tradicional a un «outsider» del sistema político en las presidenciales de 2023. Milei y Macri han tenido desde entonces una relación difícil. La ultraderecha ha devorado al partido del magnate y lo convirtió en un elemento decorativo. Macri, señalan los medios locales, le ha exigido grandes concesiones y un control de resortes importantes del Gobierno a partir del 10 de diciembre. Como con Bessent, las negociaciones están supeditados al éxito electoral el 26 de octubre.
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