El Grupo Volkswagen ha anunciado una serie de medidas en su producción en Alemania que supondrán un recorte del volumen de vehículos eléctricos por la débil y lenta demanda. Además, el consorcio alemán ha reforzado la fabricación de modelos con motor de combustión interna, con el objetivo de adaptar la producción a la evolución del mercado.
Según confirmó el Grupo Volkswagen a la agencia de noticias DPA, las plantas de Zwickau y Dresde, dedicadas exclusivamente a la producción de vehículos eléctricos como el Audi Q4 e-tron y el Volkswagen ID.3, detendrán su actividad durante una semana a partir del 6 de octubre. Además en Emden, también se avecinan días de cierre, aunque todavía se está negociando en la empresa, según informa el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. La decisión podría tomarse la próxima semana.
El ID.3 en la fábrica de Dresde / Volkswagen
En la planta de Osnabrück, la producción se reducirá al menos un día por semana hasta final de año, y se ha programado una pausa adicional en octubre debido a las bajas ventas de modelos cabrio. Los alemanes culpan de estas medidas a los aranceles fijados por el Gobierno de Donald Trump, aunque muchos de los coches que se fabrican aquí tienen como destino el propio mercado europeo, y al lento y débil crecimiento de los vehículos eléctricos en Europa.
Los motores de combustión siguen en aumento
El Grupo Volkswagen es el mayor vendedor de coches eléctricos en Europa, y a pesar de este éxito, se ven obligados a paralizar varias fábricas por la baja demanda. Gracias a sus modelos ID.3, ID.4 e ID.7, la empresa alemana ha vendido en agosto 16.105 unidades de vehículos eléctricos.
Volkswagen decidió recular en su línea de vehículos eléctricos, conocidos por la familia ID, para que sus coches vuelvan a tener «nombres de verdad», como afirmó Martin Sander, el responsable de Ventas, Marketing y Posventa de Volkswagen, en una entrevista para el medio alemán Auto and Wirtschaft. Estos nombres podrían ser sustituidos por otros más pasionales y emocionales.
A pesar de los cierres y recortes en varias fábricas del Grupo Volkswagen por la baja demanda, la sede central del grupo (en Wolfsburgo), introducirá turnos especiales los fines de semana hasta Navidad para contestar a la alta demanda de modelos como el Golf, Tiguan y Tayron, con motor de combustión.

El Volkswagen Golf con motor de combustión / Volkswagen
El Grupo Volkswagen sigue reorientando su política de producción en un contexto de creciente competencia internacional, especialmente por parte de fabricantes chinos, y de menor demanda de eléctricos en Europa. Los planes del fabricante pasan por reducir la capacidad de producción y la plantilla en Alemania en respuesta al aumento de los costes y el debilitamiento de la demanda europea. La dirección de Volkswagen y los dirigentes sindicales acordaron en diciembre reducir la capacidad en Alemania en más de 700.000 unidades y reducir la plantilla en 35.000 puestos de trabajo para 2030.
La decisión de Volkswagen refleja las dificultades del mercado europeo para consolidar la electrificación, a pesar de que la Unión Europea ha puesto de plazo el año 2035 para prohibir la venta de coches de combustión. Actualmente, la red de infraestructuras de recarga aún es insuficiente, ayudas públicas limitadas, una demanda que no termina de despegar, y factores externos como los aranceles comerciales y la creciente competencia de marcas extranjeras.

El Volkswagen Golf en la fábrica de Wolfsburgo / Volkswagen
Stellantis también deja de producir unas semanas para evitar la acumulación de existencias
El grupo de automoción con sede en los Países Bajos anunció la semana pasada que paralizará la producción durante varios días en seis fábricas europeas, las de Zaragoza y Madrid en España, la de Poissy en Francia, la de Eisenach en Alemania, la de Tychy en Polonia y la de Pomigliano en Italia, para evitar la acumulación de existencias.
Las ventas de Stellantis han caído un 8,1% entre los meses de enero y julio de este año, mientras las de sus principales competidores subían (Renault 5,8% y Volkswagen 3,6%). En los seis primeros meses de 2025 han aparecieron signos preocupantes para Stellantis, que el grupo de automoción atribuye a “la menor producción de vehículos importados más afectados por los aranceles aduaneros, las menores ventas al canal de flotas y los desfases de producción por la desaparición de ciertos modelos”.
¿Cómo va la electrificación en Europa y en España?
Tanto en el continente europeo como en España, sucede una cosa similar. Parece ser que el mercado de los vehículos eléctricos ha tocado techo, y este estancamiento pone en duda el objetivo de la Unión Europea de prohibir la venta de coches de combustión en 2035.

Prototipo del ID.2 all, uno de los coches eléctricos de Volkswagen / Volkswagen
Por primera vez en nuestro país, las ventas de los vehículos eléctricos no han tenido un aumento interanual, como venía ocurriendo todos los años desde que el Gobierno tiene registros. La cifra ha ido creciendo hasta que en 2024, se matricularon 70.437 vehículos eléctricos de nueva adquisición, un 0,8% menos que en 2023. Al contrario le pasa al motor de combustión que sigue al alza aumentando un 9% con respecto al año anterior. Un dato interesante es que se venden 16 coches de diésel o gasolina, según datos del Ministerio del Interior.
Esta menor demanda de vehículos eléctricos se debe a la retirada de algunas ayudas a la compra, una red de infraestructuras de recarga insuficiente, una autonomía de algunos vehículos algo escasa y el mayor coste total de propiedad en comparación con los coches con motor de combustión interna. Estos elementos generan incertidumbre entre los consumidores y ralentizan la adaptación masiva de vehículos eléctricos.