El presidente de Hispasat, Pedro Duque, ha pedido este lunes que el Estado dedique un 10% del presupuesto de Defensa a la innovación tecnológica, de manera que las empresas de la industria militar puedan aprovechar la “oportunidad histórica, la apertura de esta ventana” que supone el crecimiento de la inversión en defensa.
Lo ha dicho el ingeniero que fuera primer astronauta español y ministro de Ciencia e Innovación en una lección magistral que ha impartido en la apertura del curso académico 25/26 del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN).
Pedro Duque ha tirado de apuntes, de sus lecturas de informes, para resaltar datos que le parecen elocuentes: en EEUU se utiliza el 0,38 % del PIB en I+D de la defensa, y es el país que más dinero público destina a ese capítulo. Corea del Sur destina el 0,21. Francia, que lidera en Europa en este campo, dedica el 0,06… Y España un 0,01.
Duque cree que, aunque el dato español pudiera ser superior en realidad -”habría que indagar cómo reportamos”, ha propuesto-, “la industria española tiene muy difícil competir en el extranjero porque no tiene los sistemas de ayuda que tienen otros países. Y no tenerlos es una clara desventaja competitiva”. Con un 10% del presupuesto de Defensa, alrededor de 3.000 millones de euros, se alcanzaría un 0,18% del PIB español destinado a la investigación e innovación en tecnología militar.
Se ha referido así al modelo norteamericano, implantado también en otros países, por el que agencias militares del Estado invierten directamente en proyectos de desarrollo de tecnología con logros históricos que han impactado en la vida civil, y ha citado como ejemplos la creación de internet en 1969, el desarrollo del microondas a partir de investigaciones sobre radares, o, más recientemente, la habilidad para desarrollar rápidamente una vacuna contra el coronavirus, hija de las investigaciones en defensa contra la guerra bacteriológica.
Para que esa inversión tenga efectos “en una mejora del nivel de vida de los españoles”, la inversión en I+D de la defensa “debe ser firme, sostenida en el tiempo, sin picos para abajo”, ha defendido.
Solos no se puede
Duque ha hablado ante altos jefes militares, como los jefes de Estado Mayor del Aire, teniente general Francisco Braco, y la Armada, Antonio Piñeiro, y dos secretarias de Estado: la número dos de Defensa, Amparo Valcarce, y la directora del CNI, Esperanza Casteleiro.
En su lección magistral, el presidente de Hispasat ha invitado al realismo en la política industrial de la defensa: abandonar el objetivo de la autonomía total y buscar alianzas para lograr “consorcios interdependientes, pero en sí ya autosuficientes. Es la mejor forma de preprararse para el posible advenimiento de compras mancomunadas”.
Se refiere Duque al futuro de la inversión de Defensa en Europa. Un país en solitario no puede lograr la autonomía estratégica absoluta, en su opinión. “¿Es autosuficiencia hacerse un aparato que, para que funcione, necesita la caja negra que fabrica otro país?”, ha preguntado. La solución, ha dicho, es “buscar la interdependencia. Esa debe ser la palabra clave de la estrategia de innovación”. Y ha sentenciado: “Es imposible hacer un sistema completo en la industria española, pero es también imposible hacer un sistema europeo sin la industria española”.
Más flexibilidad
Pedro Duque ha pedido en el CESEDEN también “más flexibilidad en las compras de Defensa”, abandonando el rígido mecanismo regimental por el que cualquier inversión del ministerio ha de traducirse automáticamente en la entrega de material para los ejércitos.
También ha propuesto dejar atrás los miedos ante el capital extranjero: “Tengamos cuidado con las reglas de inversión extranjera en España; no las hagamos demasiado restrictivas con los miedos a que compren nuestras industrias… Si no hay capital suficiente aquí, hay que buscarlo fuera”.
Todo ello ahora, porque para la industria de defensa en España “hay una oportunidad histórica, se está abriendo una ventana y debemos pensar en gastar bien y con visión de futuro”.
Prioridades militares
Duque ha elogiado el uso que ha dado el Gobierno a los planes de recuperación europeos, y ha propuesto la continuidad del Plan Industrial para la Seguridad y Defensa del Gobierno. En materia de innovación prevista en el plan, ve Pedro Duque un buen síntoma en el hecho de que “se han presentado propuestas que superan por cinco a los fondos. Eso es señal de que hay una gran expectación, pero hay que darles tiempo a esas propuestas para que funcionen”.
En ese torrente de propuestas hay cuatro “primeras áreas de innovación” estratégicas para la defensa en España. Duque ha enumerado los sistemas remotamente tripulados (drones), las redes masivas de sensores de navegación, los sistemas resilientes en entornos electromagnéticos y la resiliencia ante interferencias hostiles.
“Hay conversaciones con Ucrania…”, ha dicho Pedro Duque, señalando el origen de esa nueva doctrina de I+D militar. Son precisamente las tecnologías en las que los ucranianos, en plena guerra, se han visto obligados a innovar.
Y este detalle, en opinión del presidente de Hispasat, representa una oportunidad. Hay muchas tecnologías de la defensa a las que España llega tarde, como la de los aviones con firma de radar extremadamente baja. “Si ahora empezáramos con I+D en ese campo tardaríamos años y, cuando llegáramos, volveríamos a estar detrás”, ha explicado.
Peor también hay muchas de esas tecnologías que están en riesgo de obsolescencia. “A muchas de las nuevas tecnologías no vamos a llegar tarde. Ahora, que se está planteando la obsolescencia de muchas cosas, hay tecnologías nuevas que no empezaron ni hace dos años, armas baratas, esos cuadricópteros… Ahí no llegamos tarde”. Se refiere a tecnologías militares, como las mallas de drones de ataque y defensa “en las que todo el mundo está empezando desde el mismo punto. Nosotros necesitamos definir bien la estrategiaa”.
Centro de referencia
El CESEDEN abre su curso académico en un momento cumbre de ese “foro de excelencia académica” y “centro neurálgico del pensamiento estratégico y la cultura de defensa”, como lo ha calificado la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce.
Según ha referido el director del centro, el teniente general Miguel Ballenilla, en el curso pasado recibieron formación en sus aulas 1.080 alumnos de 40 nacionalidades en 17 cursos.
Entre ellos, ha reseñado por su éxito el Curso de Defensa Nacional Autonómico, que se celebró en Sevilla. La segunda edición, prevista para 2026, se llevará a cabo en Barcelona.
Ballenilla ha destacado también la actividad de la ESFAS (Escuela Superior de las Fuerzas Armadas) y su recuperación de temarios tácticos y estratégicos, más allá de los de pura gestión administrativa, en la que formar a los jefes militares, con lo que “recuperamos lo esencial: la preparación para la guerra, como núcleo de la defensa y de su disuasión”.
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