Son hermanos, pero son mucho más. ¿Se puede ser algo más, mucho más, que hermanos? Se puede ser ¡vaya si se puede! Marc y Àlex Márquez Alentà lo llevan demostrando toda la vida, su unión, su complicidad, su amistad, su cariño, su colaboración, su protección, sus inicios son tremendos, lo nunca visto en el deporte mundial. Y, encima, todo ello les ha conducido a la cima, a la cúspide, de un deporte tan complicado, tan competitivo, tan veloz, de tanto riesgo, como el motociclismo.
Hace ya muchas semanas, varios grandes premios, que la familia Márquez Alentà se sabe campeona del mundo de MotoGP, bien de la mano del mayor o bien del brazo del pequeño, pero campeones lo son, insisto, desde hace algún que otro mes. Y, ahora, cuando Marc ha superado ya la dura travesía del desierto y, 2.184 días después, se proclama, de nuevo, flamante campeón del mundo de MotoGP (lo fue en Tailandia-2019), dice que sin su hermano no hubiese podido superar momentos tan delicados.
“Para nada, que va, que va, él me quiere mucho, nos queremos mucho y, si le habéis pedido un nombre, ha soltado el mío”, ha comentado el ‘Pistolas’, en un fin de semana muy irregular. “Marc ha tenido mucha gente a su alrededor que le ha ayudado, mucha, los papás (Roser y Julià), los ‘Joses’ (Martínez y Carrión, los asistentes de los dos hermanos), sus fisios (Carlos J. García, que se pasó dos años y medio viviendo en su casa), sus equipos, Honda, Gresini, sus amigos…muchos. Y yo, sí, pero yo, como el resto, estábamos allí para lo que necesitase pero, salir, salir, ha salido él solito, de ahí el tremendo mérito que tiene todo lo que ha conseguido este año”.
Àlex Márquez considera que el entorno de Marc, amplio y fiel tanto personal como profesionalmente, lo único que hizo fue respaldar las decisiones del campeón que es, al fin y al cabo, «quien va encima de la moto y se la juega».
“Yo estaba convencido, desde el primer día de pretemporada, que esto iba a suceder, no que podía ocurrir, no, no, que pasaría”, sigue explicando Àlex. “Si alguien se lo merecía era él y, sí, desde el primer día de la pretemporada estaba convencido de que ganaría. Y, sí, también pensé que lo haría de esta manera tan arrolladora. Lo conozco mejor que nadie y sé de qué es capaz cuando lo tiene todo, todo, en su sitio. Entreno con él cada día, tiene las cosas muy claras y sabía, perfectamente, todo lo que pasaría y, repito, ha pasado tal y como me lo imaginaba”.
Y cuando le insistes en que Marc ha dicho que ha sido él, cierto, no solo él, pero sí mucho él, Àlex añade: “Es muy elogioso para mí que él hable así de mí, pero solo Marc sabe lo mucho que ha sufrido, solo Marc sabe lo mucho que ha tenido que trabajar, lo intenso que ha sido todo, es por eso que insisto en que de situaciones así es imposible salir solo, pero Marc ha sido el auténtico protagonista de este tremendo y espectacular regreso”.
Àlex reconoce que dejar atrás Motegi ha sido sacarse un peso de encima. “Desde que llegué al circuito no me salieron las cosas, a veces ocurre y, además, volvía a estar en el centro del foco, con ese ruido de que era el único que podía retrasar el título. Veamos, no ha sido ese añadido de presión lo que no me ha hecho rendir como tocaba, cierto, pero también ha afectado a mi preparación. Ahora toca pasar página, salir animado al FP1 de Indonesia y recuperarle el pulso al campeonato, pues seguimos teniendo una ventaja importante con respecto a mis perseguidores”.
Y, sí, el ‘Pistolas’ sigue siendo el principal aspirante al título de subcampeón del mundo de MotoGP, que persiguen también ‘Pecco’ Bagnaia, definitivamente recuperado este fin de semana, y Marco Bezzecchi (Aprilia), otro de los protaonistas de la temporada. “La pelea se ha puesto muy interesante, pero contamos todavía con un buen colchón sobre Bagnaia. Cierto, son 66 puntos cuando restan 185, pero soy muy optimista, sí”.
Àlex Márquez, en la parrilla del GP de Japón, en Motegi. / GRESINI RACING TEAM
Volviendo a la amistad entre ambos hermanos, Àlex se vanagloria de la complicidad que mantiene con Marc. “Por descontado que tenemos una conexión superespecial y, a menudo, cuando nos presentan a alguien o estamos hablando en grupo, con más gente, nos miramos y ya sabemos qué piensa uno y qué piensa el otro, así que, en estos momentos, soy superfeliz porque él es superfeliz”.
“Si alguien merecía volver así, ese es Marc”, siguió relatando el menor de los Márquez Alentà. “El que había logrado el título con menos años que nadie ha repetido título con más años que nadie. Recuerdo que, cuando estaba en Honda, oía a gente criticarle porque había perdido la magia y yo pensaba ‘pero si sigue siendo el mismo’. No entendían nada. Sabía que, en cuanto le diesen una moto competitiva, ni siquiera ganadora, él sacaría todo lo que tiene dentro, que es muchísimo, y demostraría su calidad, su talento y arrojo”.
Y, de pronto, Àlex empieza a hablar del Marc 2.0. “Antes pecaba un poco de ser algo inconsciente, en el sentido de arriesgar más que nadie o antes que nadie, ahora lo entiende todo mucho mejor y, sí, ha madurado mucho, lo que le convierte en un adversario mucho más completo y peligroso, por descontado”, señala quien sugirió al entonces ocho veces campeón del mundo que si estaba buscando un equipo ideal para remontar el vuelo y/o ponerse a prueba, el Gresini Racing Team Ducati, de Nadia Padovani, viuda del gran Fausto, era el ideal.
«Yo sabía que todo esto iba a ocurrir. Conozco a Marc, comparto con él nuestro día a día y estaba convencido de que el día que tuviese una moto competitiva iba a ganar carreras y títulos. Nada de lo que ha ocurrido me ha sorprendido, nada».
Y, en ese sentido, Àlex, insisto, que ahora debe centrarse, sin duda, con la ayuda de su hermano Marc, cuyo segundo objetivo, me temo, será ayudar al ‘Pistolas’ a ser subcampeón del mundo, recordó cómo, en cuanto Marc ha conquistado el título, él ha arrastrado a todo el equipo Gresini hacia la celebración. “Le he dicho a Nadia que teníamos que ir, pues nosotros también formamos parte de este título, de este éxito, de este regreso”.
Àlex, que cuando su hermano estaba pasando semejante calvario en cada gran premio, después de cada sesión, en cada presencia ante los medios, le preguntábamos que nos contase cómo estaba Marc, como seguía Marc, reconoció que, pese a la insistencia y repetición, jamás le molestó que le preguntasen por su hermano. “Lo entendí, soy su hermano, lo entiendo, sí”.
Y, como despedida de muestra charla tras la coronación de Marc, Àlex quiso hacer hincapie en que ha sido Marc el que ha salido de esta. “Tú puedes tener un hermano, una familia, unos amigos, un equipo fantástico, venga, el mejor, que te quiere mucho, que te aconseja estupendamente, que te lo prepara todo maravillosamente pero, al final, el que va encima de la moto eres tú, el que da gas eres tú, el que arriesga más de la cuenta eres tú, el crack eres tú y el que, al final, quien ha sacado las castañas del fuego ha sido Marc”.
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