Los trabajadores del servicio de limpieza de colegios y dependencias municipales en Alicante, en pie de guerra contra la concesionaria del servicio. El comité de empresa de STV denuncia a la mercantil ante la Inspección de Trabajo y registra un escrito en el Ayuntamiento por la situación de la plantilla: aseguran que existe una sobrecarga de trabajo habitual derivada de la falta de personal, que está afectando seriamente al servicio y provocando un incremento de las bajas médicas.
Los representantes de los trabajadores aseguran que, de acuerdo con el pliego del contrato (por el que la empresa recibe más de 11 millones de euros anuales) la plantilla debería estar formada por 432 personas. Sin embargo, apuntan que desconocen cuántos trabajadores prestan servicio de forma efectiva y sospechan que la cifra real podría situarse incluso por debajo de los 300 puestos de trabajo. «No tenemos ningún tipo de información de STV y las vacantes, que deberían publicarse cada tres meses, no están saliendo. La última lista tendría que haberse comunicado el 1 de agosto y aún seguimos esperando», asegura Mayte Méndez, presidenta del comité.
Instalaciones sin limpiar
El servicio fue adjudicado a STV Gestión el pasado 13 de abril de 2022, por un total de 45.757.086 euros. Además, en diciembre de 2023, el gobierno municipal del PP aprobó una ampliación de otros 650.000 euros con el objetivo de «reforzar» la limpieza en colegios y dependencias municipales. Este incremento presupuestario, de acuerdo con la plantilla, no se ha traducido en una mejora del servicio ni de las condiciones laborales de los trabajadores. De hecho, desde el comité de empresa indican que el problema se ha traducido en numerosas deficiencias en los centros escolares y espacios municipales. «Los patios han estado todo el verano sin limpiarse y, ahora, se asumen por el personal de limpieza del centro en vez de por los peones específicos que iban una vez a la semana. Estos trabajadores se destinan a cubrir otros puestos por lo que no van a los colegios», sostiene Méndez.
En la misma línea, la portavoz del comité asegura que algunos cristales llevan más de un año sin ser limpiados, ya que los trabajadores se ven obligados a priorizar otras tareas más urgentes. Además, la situación provoca que algunos empleados «se vean forzados a jornadas de más de 12 horas», lo que se ha puesto en conocimiento tanto de la Inspección de Trabajo como del Ayuntamiento de Alicante, a través de un escrito registrado la pasada semana.
«Este servicio público se muere mientras el Ayuntamiento, conocedor de la situación, mira hacia otro lado. Es inaceptable que, después de dos contratas, ni trabajadores ni usuarios ni instalaciones vean mejoras, y que todo ello lo estén pagando los alicantinos con sus impuestos», ha concluido la representante de los trabajadores.