Orhan, ayudado por un Ferit desesperado, se preparaba para subir a un barco y desaparecer para siempre. Pero no contaba con Seyran. En el último segundo, ha aparecido junto a la policía, acorralándolos a ambos y lista para cumplir la promesa que le hizo a su padre.
En ese cara a cara, Seyran ha mirado a Orhan a los ojos y le ha gritado: “¿Cómo pudiste hacerle eso a mi padre, Orhan? Me llamabas hija”. Mientras él intentaba excusarse, diciendo que solo quería «asustar» a Kazim, Seyran no le ha creído ni media palabra.
Luego, ha reprochado a Ferit su traición. “Debiste decírmelo. Me mentiste otra vez”, le ha gritado, con el corazón roto. Le ha echado en cara no solo haberle ocultado la verdad, sino también haberse presentado en el hospital con su «novia» mientras su padre agonizaba.
Con la confesión de Orhan, Seyran ha dado la orden a la policía para que procedieran con la detención. Mientras los agentes esposaban a un Orhan que gritaba y se resistía, Ferit, se ha quedado destrozado mientras su todavía mujer ha sido clara: «Estoy haciendo lo que tengo que hacer por mi padre».