La bajada de los costes de los aviones permite a la provincia recuperar las exportaciones a países como Argelia, Irán o Arabia Saudí
En su momento fue una actividad que ofreció rendimientos positivos a la ganadería alicantina, asfixiada como está por los escasos márgenes económicos. Eran exportaciones de cabras a África y Oriente Próximo, que habían abierto un camino por el que se obtenían ganancias superiores a las habituales. Pero el incremento de los costes, tanto de la crianza como, sobre todo, del transporte aéreo, dio al traste con la iniciativa. Sin embargo, como dice el refranero, no hay mal que dure 100 años.
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