La renta variable española sigue gustando, y mucho, a los expertos de BlackRock. Así de claro lo dejan en uno de sus últimos comentarios de mercado, en el que expresan su preferencia por la bolsa de España por estas dos razones.
«En lo que respecta a la renta variable, seguimos favoreciendo acciones del sector financiero e industrial, así como España a nivel país», apuntan los analistas de la gestora.
Tal y como explican, aunque el mejor desempeño de Europa frente a EEUU alcanzó su punto máximo a fines de marzo, aún ven «oportunidades granulares» que vienen favoreciendo favorecido desde inicios de 2025.
Bajo su punto de vista, la selectividad «es esencial», y a la hora de invertir en bolsa conviene no perder de vista tres sectores europeos «que han superado a los de EEUU». En concreto, se refieren al sector industrial (21% de retorno, según LSEG), el de las ‘utilities’ (19%) y el sector financiero (32%).
En palabras de los expertos de la gestora, los bancos europeos «siguen beneficiándose de balances sólidos, un negocio de comisiones más fuerte y una rentabilidad en mejora». Por su parte, comentan, «los industriales se benefician del enfoque europeo en defensa, el impulso de infraestructura en Alemania y la expansión de la IA».
Pero, ¿por qué su preferencia por la bolsa española? En primer lugar, detallan, porque en renta variable española estos tres sectores «tienen buena representación». Pero no es el único «punto a favor» que encuentra BlackRock para aconsejar la renta variable de España a la hora de configurar las carteras.
En segundo lugar, explican, conviene tener en cuenta a las acciones españolas porque «tienen mayor exposición a mercados emergentes, en particular América Latina», y precisamente por esa razón «pueden beneficiarse de una política más flexible de la Fed y de una posible mayor debilidad del dólar».
«Creemos que las valoraciones relativas aún no reflejan el mayor crecimiento económico y de ganancias del país en comparación con el resto de Europa», comentan estos analistas sobre España, en donde ven «más potencial alcista».
OPORTUNIDADES MÁS ALLÁ DE EEUU
Asimismo, desde la gestora defienden que ahora mismo «abundan» las oportunidades para los inversores «fuera de EEUU». Y es que la debilidad del dólar estadounidense ha sido algo «positivo para los mercados internacionales».
«Vemos oportunidades en Europa para los inversores que operan en dólares», destacan los expertos de BlackRock, que dicen que siguen prefiriendo el crédito en la eurozona sobre el de EEUU. «A nivel global, el sector corporativo ha demostrado mayor solvencia que el sector público. Sí, los incumplimientos han aumentado desde la pandemia, pero el estrés se concentra en emisores más pequeños y no en las grandes compañías», recuerdan citando a Moody’s.
También señalan que los spreads más amplios «significaron que el crédito europeo ofreciera a los inversores una mejor compensación por el riesgo que el crédito estadounidense». Pero esa visión «ya ha dado frutos», y los spreads en Europa «se han reducido de manera marcada en comparación con EEUU».
«El crédito europeo de alto rendimiento ha superado a los bonos gubernamentales europeos en casi un 3% en lo que va del año, mientras que el crédito estadounidense de alto rendimiento solo ha superado a los bonos del Tesoro en menos del 2%», exponen también citando datos de Bloomberg.
Por otro lado, los estrategas de BlackRock han decidido cerrar su preferencia por los bonos gubernamentales periféricos frente a los de Europa central. «El mayor crecimiento en España y Grecia, junto con la relativa estabilidad política en Italia, habían reducido los rendimientos en relación con Francia y Alemania. Pero ahora, en nuestra opinión, los rendimientos y spreads ya reflejan esa estabilidad«.
Recuerdan que Francia se enfrenta un «estancamiento político que dificulta reducir la deuda», mientras que Alemania ha adoptado una política fiscal más laxa este año. Y aunque creen que «gran parte del riesgo en los bonos franceses ya está descontado», sus rendimientos a 10 años están por encima de los de España en lo que es «la mayor diferencia desde la creación del euro».