un ‘casco azul’ de la cultura canaria

La noticia de su muerte se conoció justo cuando los móviles comenzaron a dar la alarma por el simulacro de erupción volcánica en Garachico. A esa hora ya hacía un buen rato que el personal de un hotel madrileño había encontrado el cuerpo sin vida de Dulce Xerach Pérez (Tacoronte, 1969) en la habitación que le habían asignado en recepción. El aviso de que algo no iba bien lo dieron unas personas que aguardaban su llegada a una reunión de trabajo que nunca se celebró. La confirmación del fallecimiento tuvo el mismo efecto que una cascada de agua helada cuando cae de manera imprevista sobre un cuerpo tibio. Impacto total. Las redes sociales se llenaron de reacciones tras un flash inicial emitido por eldia.es. Primero apareció la sorpresa; la incredulidad de un adiós que sobrevino de sopetón. Fernando Menis, su compañero sentimental, volaba con destino a la capital española cuando el suceso estaba regado por todas partes: Dulce Xerach acababa de morir.

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