Las plantas de tratamiento de aguas residuales de los municipios son ineficaces para eliminar el Prozac (fluoxetina), el diclofenaco y otros fármacos comunes presentes en las aguas fecales, lo que provoca que estos compuestos terminen en el mar, lagos, ríos y arroyos, donde representan un riesgo para los organismos acuáticos.
La investigadora Paulina Chaber-Jarlachowicz, del Instituto de Protección Ambiental del Instituto Nacional de Investigación de Varsovia (Polonia), y sus colegas han dado a conocer estos hallazgos en un nuevo estudio publicado en PLOS One.
La mayoría de las plantas depuradoras descomponen los compuestos orgánicos presentes en las aguas residuales mediante microbios, que posteriormente se eliminan en forma de lodos activados. Sin embargo, las investigaciones realizadas sugieren que estos métodos no eliminan eficazmente los fármacos, lo que provoca su liberación a las vías fluviales o al mar.
Persisten en el medio natural
Si bien algunos fármacos se terminan descomponiendo con el tiempo, la mayoría persiste en el medio ambiente, donde siguen activos, incluso en concentraciones extremadamente bajas.
Numerosos compuestos farmacéuticos van a parar a los ríos y al mar / Shutterstock
En el nuevo estudio, los investigadores recolectaron muestras de seis plantas de tratamiento de aguas residuales municipales de Polonia para investigar su capacidad para eliminar más de una docena de fármacos comunes. Se trata de plantas con una tecnología similar a las que existen en la mayoría de países europeos. Midieron los niveles de medicamentos que ingresaban a la planta en las aguas residuales, determinaron la cantidad que se vierte al medio ambiente en el agua tratada y los lodos, y estimaron los riesgos ecológicos asociados.
Resisten el proceso de depuración
Los investigadores descubrieron que las seis plantas de tratamiento de aguas residuales liberaron productos farmacéuticos al medio ambiente. Solo los analgésicos naproxeno (Aleve) y ketoprofeno, y el antihistamínico ácido salicílico, se eliminaron eficazmente durante el tratamiento.
En el caso de algunos productos farmacéuticos, como el antidepresivo fluoxetina (Prozac), el analgésico diclofenaco y el anticonvulsivo carbamazepina, los procesos de tratamiento incluso generaron niveles más altos de compuestos en el agua vertida que en las aguas residuales originales.

Los fármacos van a parar al medio acuático a través del WC, en muchos casos / Shutterstock
La fluoxetina y el medicamento contra la alergia loratadina (Claritin) representaron el mayor riesgo para los organismos acuáticos, debido a su capacidad para alterar la señalización hormonal y el desarrollo en los niveles observados en el agua tratada.
Depuradoras, fuente de contaminación farmacéutica
Estos resultados se suman a la creciente evidencia que demuestra que los métodos convencionales utilizados por las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales no pueden eliminar muchos medicamentos comunes, lo que las convierte en una fuente de contaminación farmacéutica. Estos hallazgos sentarán las bases para futuras investigaciones sobre la inactivación de compuestos farmacéuticos y sus productos de degradación en aguas residuales y lodos.
Los autores añaden: «Los hallazgos del estudio demostraron que las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales que utilizan procesos mecánico-biológicos (CAS) convencionales son ineficaces para eliminar productos farmacéuticos de las aguas residuales. Las emisiones anuales de medicamentos a los ríos desde las plantas de tratamiento de aguas residuales en el área de estudio ascendieron a al menos 40 Mg”.
“El ketoprofeno, el sulfametoxazol, la carbamazepina y la fluoxetina se identificaron como los principales contribuyentes a la carga total de masa y a las emisiones de productos farmacéuticos», agregan.