Cuando se habla del coche eléctrico, sobran las opiniones y faltan datos concretos. Pero un estudio reciente de la empresa británica Zapmap, especializada en puntos de carga, ofrece una fotografía clara y basada en experiencia real: 3.746 usuarios de vehículos eléctricos en Reino Unido han compartido su opinión sobre esta tecnología y el resultado es, cuanto menos, revelador.
La pregunta principal era directa: ¿volverías a un coche con motor de combustión interna? Y la respuesta, casi unánime. Solo el 3% de los encuestados se plantea dar marcha atrás, una cifra que deja poco margen a la duda y que refleja un nivel de satisfacción muy por encima de lo esperado.
Costes más bajos, buena eficiencia y una experiencia que engancha
La puntuación media que los conductores dan a sus coches eléctricos es de 87 sobre 100, un dato que resume el buen sabor de boca que deja el paso a esta tecnología. La mayoría destaca el bajo coste de uso, la eficiencia energética y la comodidad en el día a día como principales ventajas frente a los vehículos tradicionales.
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Además del ahorro económico, muchos propietarios valoran el hecho de sentirse parte de una transición energética que consideran necesaria. La ausencia de mantenimientos costosos, la carga en casa y la conducción más silenciosa también aparecen como argumentos clave.
En definitiva, lejos de ser una simple moda o una decisión impulsada por beneficios fiscales, los datos apuntan a un cambio de mentalidad cada vez más consolidado entre quienes ya han hecho la transición al coche eléctrico.
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Además, el hecho de que solo un 3% considere volver a un modelo de combustión habla de una adaptación rápida y positiva. Más que una tendencia, el coche eléctrico empieza a percibirse como una evolución lógica en la movilidad personal. Y si estos datos se repiten en otros países, puede que estemos más cerca del cambio de paradigma de lo que pensábamos.
