A comienzos de la década de 1990, el Grupo Volkswagen y Audi anunciaron su objetivo de desarrollar un coche capaz de recorrer 100 km con apenas 3 litros de combustible, y poco después comenzaron los primeros trabajos en el proyecto. Los diseñadores de Ingolstadt trabajaron en estrecha colaboración con los expertos del centro de aluminio de Neckarsulm.
En mayo de 1995 presentaron un prototipo denominado “Ringo”, cuya carrocería Audi Space Frame (ASF) resultaba menos complejo que la del Audi A8, que se fabricaba en gran medida de forma artesanal. Stefan Sielaff -entonces responsable del estudio de diseño de Audi en Múnich- asumió el proyecto y dirigió el diseño interior, mientras que el belga Luc Donckerwolke se encargó del exterior. Junto con el futuro jefe de diseño Gerhard Pfefferle, dieron al “rolling cage” Ringo una carrocería de dos puertas, ya muy cercana al diseño definitivo.
Audi A2: pequeño, llamativo y con un cuarto de siglo a sus espaldas / Audi
Reacciones opuestas
A medida que avanzaba el desarrollo, se crearon dos estudios: uno de ellos se mostró en el IAA de Frankfurt en 1997 y, además de la denominación provisional Al2, recibió el apodo de “Light Green” por su color. Poco después, en el Salón de Tokio, pudo verse el “Light Blue”: una variante de tres puertas del Al2 con espacio de carga variable y techo solar retráctil. Su nombre: Audi Al2 open end.
El público reaccionó de manera distinta a los dos prototipos. Algunos se mostraron entusiasmados con el diseño progresivo; a otros no les convenció.
Los desarrolladores, sin embargo, sí esperaban que sus resultados generaran opiniones encontradas, recuerda 20 años después el jefe de proyecto del Al2, Harald Wester, en una entrevista con Dirk-Michael Conradt, autor de “Audi A2 – Hito y objeto de culto”. Wester señala en el libro: “Sí, todos lo teníamos claro desde el principio. El coche debía estar optimizado aerodinámicamente. Prácticamente dormíamos en el túnel de viento para lograr la aerodinámica perfecta”.
En noviembre de 1997, el Comité Ejecutivo aprobó la producción en serie. El estreno mundial del Audi A2 debía celebrarse nuevamente en el IAA, apenas dos años más tarde. El plan era ambicioso, pero diseñadores e ingenieros lograron cumplir con el calendario previsto.

Audi A2: pequeño, llamativo y con un cuarto de siglo a sus espaldas / Audi
El estreno de una leyenda
En el IAA de septiembre de 1999 se presentó al mundo el A2 desarrollado para producción en serie: el primer coche compacto de la historia reciente cuya carrocería estaba fabricada íntegramente en aluminio. La carrocería del A2, incluidas las cuatro puertas y el portón trasero, pesaba únicamente unos 153 kg, es decir, alrededor del 60% del peso de la carrocería de un sedán comparable con una carrocería convencional de acero.
El Audi A2, con 3,83 metros de longitud, 1,67 metros de anchura y 1,55 metros de altura, ofrecía un amplio espacio para sus ocupantes a pesar de sus reducidas dimensiones exteriores, y se producía en Neckarsulm. Para el A2 se construyeron allí nuevas instalaciones de producción, inauguradas el 15 de noviembre de 1999. Ese mismo día, Audi presentó también el A2 1.2 TDI, el primer automóvil de cuatro puertas con un consumo de solo 3 l/100 km.
A lo largo de la vida comercial del Audi A2 se ofrecieron en total dos motores de gasolina y tres variantes diésel. Los dos modelos de gasolina montaban un bloque de cuatro cilindros en línea y estaban disponibles con transmisión manual de cinco velocidades y tracción delantera. El consumo combinado era de 5,9 l/100 km. Los A2 con motor diésel incorporaban propulsores tricilíndricos con inyección directa mediante sistema bomba-inyector. Para el lanzamiento al mercado, el 30 de junio de 2000, se ofrecía un motor de gasolina y un TDI, ambos con una potencia de 75 CV.

Audi A2: pequeño, llamativo y con un cuarto de siglo a sus espaldas / Audi
Audi A2 1.2 TDI: En el punto de mira
El Audi A2 1.2 TDI, presentado a finales de 1999, salió a la venta en marzo de 2001. Desarrollaba 61 CV y consumía solo 2,99 l/100 kilómetros. Su motor turbodiésel de inyección directa estaba fabricado íntegramente en aluminio. En la transmisión automática de cinco velocidades, un sistema electrohidráulico asumía la función del embrague.
El uso de piezas adicionales de aluminio, llantas ligeras forjadas de aluminio especial y asientos traseros con peso optimizado permitió reducir el peso en 135 kg en comparación con la versión básica, hasta alcanzar un peso en vacío de 855 kg. Para optimizar aún más la aerodinámica, se cerraron parcialmente las entradas de aire frío en la parte delantera, se optimizó el flujo gracias a las ranuras en los laterales y se estrecharon los neumáticos.
En 2002, Audi añadió un motor FSI de 1,6 litros a la gama. Sus 110 CV permitían al A2 alcanzar una velocidad máxima de más de 200 km/h. A partir de marzo de 2003, la marca de los cuatro aros ofreció el Audi A2 en una edición especial denominada “colour.storm”, en los colores amarillo Imola, rojo Misano con efecto perlado, azul Sprint con efecto perlado y naranja Papaya.
Los interiores en colores a juego y los detalles pintados en negro mate, como el techo y los embellecedores de los pasos de rueda, creaban un llamativo contraste. Los modelos podían combinarse con numerosos extras opcionales, así como con cuatro de las cinco variantes de motor, excepto el 1.2 TDI. En julio de 2005, se habían fabricado un total de 176.377 unidades del Audi A2 en la planta de Neckarsulm.
Sin embargo, el vehículo compacto premium no pudo cumplir las altas expectativas que se habían depositado en él inicialmente. Aún así, casi un cuarto de siglo después, este pequeño milagro del espacio sigue contando con numerosos admiradores: muchos conductores siguen apreciando su A2 como un compañero económico, fiable y atractivo para su vida cotidiana.