Hablamos con sinceridad: no todos los conductores saben enfrentarse a una rotonda. No en vano la DGT recuerda de tanto en tanto cómo hay que ejecutar estas intersecciones, que sirven para distribuir y pacificar el tráfico. Nadie niega la utilidad de las rotondas, pero es cierto que a veces se abusa de ellas: en España hay más de 15.000 rotondas repartidas por toda la red de carreteras.
No obstante, hay un tipo de intersección que presenta ciertas ventajas frente a las glorietas, sobre todo en redes interurbanas, y que podría acabar llegando a España. Se trata de las intersecciones RCUT.
Intersecciones RCUT: cómo funcionan
Las siglas significan Restricted Crossing U-Turn, aunque también responden al nombre de intersección tipo Michigan, con una clara referencia a su extendido uso en Estados Unidos, o superstreet. El objetivo principal de una intersección RCUT es reducir los puntos de conflicto entre vehículos, modificando la manera en la que los conductores acceden y cruzan la carretera principal.
Así, todos los vehículos que necesiten entrar o salir de la vía principal lo hacen a través de un ramal secundario, permitiendo que el flujo del tráfico se mantenga estable y reduciendo las incorporaciones peligrosas. Se siguen tres preceptos:
- Los vehículos que circulan por la vía secundaria giran obligatoriamente a la derecha al llegar a la intersección.
- Luego, realizan un retorno en U (U-turn) en un punto habilitado más adelante sobre la carretera principal.
- Finalmente, pueden continuar su recorrido en la dirección deseada, incluyendo la posibilidad de girar a la izquierda o continuar recto.
Ventajas de las intersecciones a la norteamericana
¿Qué ventajas presentan las intersecciones RCUT frente a las rotondas tradicionales? Si bien es cierto que en las áreas urbanas las rotondas es donde mejor demuestran su potencial, las RCUT son preferibles en carreteras interurbanas con mayor volumen de tráfico.
Y es que están están diseñadas específicamente para arterias viales de alto volumen, donde la carretera principal tiene prioridad, ya que no obliga a los vehículos que transcurren por ella a reducir la velocidad. Son intersecciones que manejan mejor el tráfico pesado o rápido.
Además, requieren un menor espacio físico que una rotonda grande y habitualmente requieren menos costes de mantenimiento y construcción. Por último, reducen los puntos de conflicto o los cruces peligrosos entre vehículos, ya que evitan por completo los giros a la izquierda conflictivos.