Las protestas en la ONU fueron el preludio anunciado del discurso del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la Asamblea General de la ONU. Algunas delegaciones han abandonado la sala antes de la entrada de Netanyahu. La delegación española ni siquiera ha entrado en la sala. Tras agradecer el apoyo del presidente de EEUU, Donald Trump, en la guerra desatada por los terroristas de Hamás. «Nuestros enemigos son los enemigos de todos ustedes», ha dicho Netanyahu. El mensaje que ha lanzado primero en hebreo y después en inglés ha sido claro: «No os hemos olvidado ni por un segundo, no descansaremos hasta que os traigamos a todos a casa», en referencia a los rehenes en poder de Hamás cuyos nombres ha recordado uno por uno. Mientras leía la lista de los rehenes se escuchaban gritos en la sala. Ha explicado que ha decidido lanzar su mensaje y compromiso mediante un mensaje directo a los pobladores de Gaza. Se ha comprometido al retorno a casa de todos los rehenes. Ha asegurado que el deber de Israel es ganar la guerra contra Hamás.
Netanyahu ha criticado a los países que han cargado contra Israel por la guerra contra Hamás y ha recordado que este grupo terrorista y sus aliados son el enemigo de todos. Ha recordado que el grupo terrorista es el enemigo de todos los países. Netanyahu ha recordado las victorias israelíes contra Hamás, Irán y sus partidarios, en respuesta a las acciones de Hamás el 7 de octubre de 2023. Ha afirmado que Israel ha logrado parar el programa de armas atómicas y misiles balísticos de Irán, ha reprimido a los hutís de Yemen y paralizado a Hizbulá.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha defendido las decisiones de su Gobierno y ha pretendido que son también las del pueblo de Israel, por lo que cualquier ataque contra él lo es también contra su país. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, Netanyahu ha remarcado que «Israel debe terminar el trabajo en Gaza lo más rápido posible». «Los últimos restos de Hamás están atrincherados en la ciudad de Gaza». «Depongan las armas. Liberen a todos los rehenes ahora», ha dicho.
Guerra psicológica en la Franja de Gaza
Netanyahu ordenó este viernes transmitir su discurso ante la Asamblea General de la ONU en la Franja de Gaza mediante altavoces instalados en camiones en el lado israelí de la frontera, informó su oficina en un comunicado. La Oficina del Primer Ministro indició que la instalación de los altavoces se hará en coordinación con agencias civiles y con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), y ordenó que la medida «no ponga en peligro» a los soldados desplegados en la zona.
El medio israelí Ynet afirmó que se desplazaron «camiones militares con enormes bocinas» a la frontera de la Franja de Gaza, y agregó que el mayor general del Comando Sur, Yaniv Asor, ordenó a los soldados detener su actividad operativa en el norte de la Franja para cumplir con esta misión. Según el diario progresista israelí Haaretz, que cita a dos fuentes militares, la medida fue descrita como un acto de «guerra psicológica». Algunos oficiales, siempre según Haaretz, criticaron la decisión, calificándola de «idea loca» y cuestionando el beneficio militar de la acción.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, antes de viajar a Nueva York, adelantó que en su discurso hablaría de «nuestra verdad: la de los ciudadanos de Israel, la de los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel y la de nuestro país». «Censuraré a aquellos dirigentes que, en lugar de condenar a los asesinos, violadores y quemadores de niños, pretenden darles un Estado en el corazón de la tierra de Israel. Eso no ocurrirá», añadió. La decisión de Netanyahu de difundir su mensaje directamente en Gaza se produce en medio de la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, que continúa pese a la presión internacional y las reiteradas llamadas al alto el fuego en la ONU.
Más de 65.500 palestinos han muerto desde el inicio de la campaña, entre ellos más de 19.000 niños, según las autoridades locales, mientras una comisión independiente de la ONU, relatores de derechos humanos, ONG y un número creciente de países califican la ofensiva como un genocidio. La campaña del Ejército israelí no se detiene en Gaza pese a la presión internacional y las llamadas al fin de la ofensiva en la ONU, mientras el número de muertos no para de aumentar en la Franja de Gaza.