Dicen que el amor y la amistad no se deben entremezclar con el dinero o el trabajo. Sin embargo, hay quien prefiere confiar en su círculo más cercano y decide ofrecerle un empleo a sus amigos, como hizo José Luis.
Este contrató a una amiga suya para llevar la contabilidad de su ferretería familiar. Cuando ella le pidió teletrabajar desde casa, José Luis no vio problema y accedió. Sin embargo, pronto comenzó a sospechar cuando los proveedores le dicen que los pagos se están retrasando o que no llegan.
José Luis contrató un detective que le sacó de dudas. «Descubrí que estaba de fiesta y, aunque al principio no me lo reconocía, al final lo admitió», nos cuenta.
Aquella traición golpeó doblemente a José Luis. Además de las pérdidas económicas, la amistad y la confianza con su compañera se rompieron por completo. ¡No te pierdas su historia en el vídeo de arriba!