El Celta continúa inmerso en un bache. Lejos de sumar la primera victoria de la campaña en el ilusionante debut en Europa League, los de Claudio Giráldez cayeron en Alemania frente a un Stuttgart (2-1) claramente superior que los noqueó en todos los flancos, a excepción de los minutos finales. Los celestes acabaron el duelo con tan solo un disparo a puerta, el del gol de Borja Iglesias a la postre que sirvió para recortar distancias e ilusionar a su parroquia, en una cita en la que faenaron esencialmente para proteger su propia portería.
Claudio Giráldez apostó de inicio, como sorpresa, por Jones El-Abdellaoui en un once titular con un notable Radu en la portería, Starfelt estrenando titularidad en la temporada y Marcos Alonso recuperado ya de su lesión. El conjunto alemán saltó al césped con nerviosismo y consiguientes imprecisiones. En una de ellas, su guardameta, Alexander Nübel, entregó en falso un balón a Iago Aspas, que chutó desde varios metros de distancia y a punto estuvo de rubricar el gol del año. El esférico se marchó alto por muy poco. Tras entrar en calor, los alemanes cambiaron el guion de cabo a rabo: control de la pelota y embestidas continuas en el área viguesa, con un pequeño lapsus en el ecuadror de la primera mitad. Privaron, así, a los visitantes de su mayor virtud, la propia posesión del cuero, y no agitaron las redes por una falta de puntería que corrigieron tras la reanudación.
Con todo, antes de ello, en el minuto 9, llegó la réplica a la amenaza de Aspas: un remate de cabeza del español Chema Andrés que atajó con tablas el propio Radu y un posterior disparo alto de Leweling. A posteriori, los germanos pisaron en inúmeras ocasiones los dominios celestes, sin éxito. El segundo gran susto surgió cerca del final, en el 38, con un potente tiro de Assignon que desvió con una espectacular estirada el portero rumano.
Tras el descanso, la escuadra suaba salió a tropel ante el fervor de su afición. De tal forma que finalmente logró en el minuto 51 lo que se veía venir. Bouanani firmó el tanto inaugural con una vaselina tras cogerle la espalda a Marcos Alonso en un buen esprín después de aprovechar un pase en largo de su portero. Giráldez dio entrada de inmediato a Borja Iglesias y en el 61 envió al verde a Bryan Zaragoza, Javi Rueda y Swedberg -quien supuestamente había sido pretendido en verano por la entidad rival-. Tampoco surtió el efecto deseado tal revolución y, lejos de conformarse con la escasa diferencia, el Stuttgart abogó por un segundo gol que consiguió en el minuto 68 ante un Celta que parecía inerte. El Khannouss amplió el marcador con un golpeo de calidad, perfectamente ajustado -derivado de un córner- ante el que nada pudo hacer Radu, tapado por una maraña de piernas.
Los locales, en dinámica alegre, procuraron el tercero con buen fútbol, pero, sorprendentemente, el electrónico se encendió para el Celta en el 86. Ilaix Moriba filtró un pase a un Borja Iglesias que, como de costumbre, creyó hasta el final y materializó la diana con un remate rápido y preciso a un lado de Nübel. No le dio tiempo para más a los gallegos, que perseveraron el tiempo restante con todas sus ‘armas’, sin acierto, incluyendo un intento sin demasiada convicción de Bryan en el 93.
La próxima pareja de baile de los celestes será el Elche, que no conoce la derrota en LaLiga, todo lo contrario del Celta, que no ha ganado aún. El duelo está marcado para el domingo a las 16.15 horas a domicilio. La segunda jornada de Europa League será el jueves de la próxima semana, cuando los vigueses se medirán a partir de las 21.00 h en Balaídos al PAOK de Salónica, que tampoco sabe lo que es perder esta temporada tras marchar colíder en la Superliga griega y haber empatado ayer frente al Maccabi.