Un Mundial, una Nations Legue, el cuarto goleador histórico con 44 tantos y un apellido que es toda una leyenda en Francia. Antoine Griezmann es uno de los jugadores más importantes de la historia de su selección y fue pieza clave en el equipo que sumó la segunda estrella sobre el escudo.
Líder absoluto antes de la explosión de Kylian Mbappé, el ‘Principito’ fue el emblema del fútbol en el país vecino durante muchos años, junto con nombres como Giroud o Ribéry.
No obstante, poco a poco fue apagando su brillo después de que su relación con el seleccionador, Didier Deschamps, fuese de mal en peor. Finalmente, el delantero decidió retirarse completamente de sus tareas internacionales en 2024, centrándose únicamente en su rendimiento en el club.
Si fuera por edad, tiene 34 años, en la actualidad existen varios futbolistas más mayores que siguen apostando por la selección, como Cristiano Ronaldo (40 años), Luka Modric (40 años) o Robert Lewandowski (37 años).
Antoine Griezmann celebra el segundo Mundial francés. / ·
La pasión por los ‘bleus’ le viene desde muy pequeño, cuando no levantaba apenas dos palmos del suelo. Recientemente, a surgido un curioso vídeo donde se ve a un jovencísimo Antoine que fue a conocer a las estrellas nacionales durante un entrenamiento junto con un amigo.
Fue en un entrenamiento previo a la disputa del Mundial de 1998 que ganaron los franceses y que además se organizaba en Francia, por lo que debió de ser una experiencia digna de vivir en primera persona.
«Henry, Lizarazu…» comenta un chaval antes de que aparezca un niño rubio platino por detrás para añadir «¡Barthez!«, que justamente es Griezmann de muy joven, inconfundible, vestido con la camiseta que más tarde se haría suya como estrella del fútbol de su país y con su icónico número 7 a la espalda, fiel desde pequeño.
Los chavales conocían toda la plantilla: «Karembeu«, apuntan, aunque aparecen otros clásicos de finales del siglo XX como «Candela» o Zidane. El vídeo termina con ambos niños colándose entre los adultos hasta llegar a un joven Thierry Henry que les firma un balón. Poco se pensaba todo el mundo que ese pequeño terminaría convirtiéndose en uno de los más grandes del fútbol francés.