Después de que en sus últimas reuniones el Banco Central Europeo (BCE) decidiera seguir en pausa y dejar los tipos de interés en el 2% y la Reserva Federal de EEUU (Fed) anunciara un nuevo recorte de 25 puntos básicos hasta el rango del 4%-4,25%, ¿quedan más bajadas por parte de los bancos centrales?
En Danske Bank aseguran que sí que habrá más recortes de los tipos de interés, aunque solo por parte de la Fed, ya que el BCE se encuentra en una buena posición.
Como explican en su último informe, durante el último mes, la preocupación por la situación del mercado laboral estadounidense ha alimentado las expectativas de nuevas bajadas de tipos por parte de la Fed, mientras que, por su parte, la presión alcista sobre los tipos europeos a corto plazo ha persistido durante agosto y septiembre, impulsada por la continua retórica restrictiva del BCE.
Concretamente, en EEUU, la Fed aprobó en su encuentro de septiembre un recorte de 25 puntos básicos, lo que supone el primer ajuste de tipos desde diciembre de 2024. Además, la expectativa media es de dos recortes adicionales de 25 puntos básicos este año, «una postura más agresiva que la señalada previamente, lo que sugiere que las reducciones de tipos se producirán de forma continua», aseguran los analistas.
Sin embargo, destacan que existe un «desacuerdo significativo» dentro del comité entre quienes abogan por una flexibilización monetaria sustancial y quienes se preocupan por la posibilidad de un aumento de la inflación. Si bien creen que el debilitamiento del mercado laboral justifica la flexibilización de la política monetaria, consideran que los mercados «están subestimando el riesgo de que resurjan los temores inflacionarios».
«La inflación impulsada por los aumentos arancelarios se ha absorbido en gran medida dentro de los márgenes empresariales hasta el momento, pero observamos un claro riesgo de que esto cambie más adelante en otoño». Por ello, esperan que la Fed implemente un total de cuatro recortes adicionales de tipos de 25 puntos básicos hasta finales de verano de 2026, «lo que representa una flexibilización de la política monetaria más gradual de lo que el mercado anticipa actualmente».
En cuanto al BCE, mantuvo sin cambios los tipos de interés en septiembre, como se esperaba, «tras un verano con avances alentadores en materia de política comercial, incluyendo un acuerdo comercial entre EEUU y la Unión Europea (UE), mejoras en los indicadores económicos y señales de una aceleración de la flexibilización fiscal en Alemania».
Cabe recordar que, en sus proyecciones macroeconómicas actualizadas, el BCE revisó ligeramente a la baja su previsión de inflación, proyectando ahora que la tasa general y la subyacente se mantendrán justo por debajo del 2% al final del horizonte de previsión en 2027. No obstante, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, restó importancia a la revisión, enfatizando repetidamente que el BCE se encuentra en una buena posición. Además, por primera vez desde septiembre de 2023, destacó que el BCE ahora considera que los riesgos para las perspectivas de crecimiento están equilibrados, en lugar de inclinados a la baja.
«En nuestra opinión, la probabilidad de nuevos recortes de tipos por parte del BCE ha disminuido aún más durante el último mes«, con lo que calculan que el tipo de interés clave se mantendrá en el 2% hasta finales de 2026.
«El riesgo para los tipos de interés europeos a corto plazo sigue inclinado hacia un recorte definitivo, aunque el umbral para tal medida ha aumentado significativamente en las últimas semanas. Los datos salariales europeos siguen apuntando a una caída considerable en los próximos trimestres, lo que, a pesar de nuestra expectativa base, podría generar margen para un tono más moderado por parte del BCE a finales de este año«, concluyen.