Otra prueba para el guerrero Gavi, por Fernando Polo

La mala suerte se ha cebado con Gavi. Dentro de la desgracia que comporta que haya vuelto a sufrir una grave lesión de rodilla, la única razón para aferrarse a la esperanza es que el canterano tiene la fuerza y el corazón de un guerrero. Que no es poco. Aparte de su calidad técnica, de la que hay sobradas muestras, lo que más destaca de Gavi es una mentalidad competitiva a prueba de bomba y una capacidad de esfuerzo difícilmente igualable. En eso debe apoyarse. Ahora está hundido, como sus familiares, compañeros, técnicos y mucha gente en el club. La otra vez que se lesionó, en noviembre de 2023 (rotura de ligamento cruzado anterior y menisco externo), una travesía del desierto de un año se abría ante él. Ahora, casi dos años después, vuelve a la casilla de salida aunque con un horizonte de recuperación más cercano.

Le costará levantarse pero aquellos en los que más confía le sostendrán. Como su agente, el discreto Iván de la Peña, que siempre vela por él en la sombra. El capitán Araujo, su apreciado Pedri, el alegre Ferran, el veterano Lewandowski, el desacomplejado Lamine, su amigo Fermín… Ninguno le fallará. Como el Dr. Pruna y Alejandro Echevarría, que ayer ya estuvieron a su lado. Flick y Laporta le abrazarán y Deco le repetirá lo que dijo en una entrevista con MD: “Es un jugador especial. Tiene todo lo que debe tener un futbolista. Personifica lo que es el Barça”. También estará a su lado Ansu Fati, que sabe lo que es sufrir como ahora sufre Gavi. Y la afición coreará su nombre. Son cinco meses pero ya queda un día menos.



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