«Vengo a pescar. Lo que haya». Con esa frase, Manuel Souto, de 57 años, resume la realidad de muchos coruñeses que este 23 de septiembre acuden a Palexco para intentar volver al mercado laboral. La Cámara de Comercio de A Coruña celebra ahí la sexta Feria de Empleo Encuentros 45+, pensado para acercar el talento sénior a las empresas y demostrar que «la experiencia es un punto fuerte», aunque los propios protagonistas saben que no es fácil abrirse paso cuando el DNI marca más de 45.
Manuel Souto, desempleado. / Carlos Pardellas
Souto, exoperario de fábrica, lleva cuatro años en paro y confiesa que en «muchísimos procesos de selección la edad es lo que tira para atrás». Ha pasado «dos años intensos» en plataformas de búsqueda con un «rechazo continuo por razón de edad» y cree que «debería haber más ferias de empleo» porque, al menos, «aquí te dejan intentarlo». Algo parecido siente José Carlos Suárez, de 56, que se quedó sin trabajo hace apenas doce días. Ni dos semanas le han bastado para darse cuenta que a su edad las cosas no van a ser «nada fáciles». Viene de una larga experiencia en logística y nueve meses como carpintero. «Esperaba encontrar algo de mi sector, pero veo que va a ser complicado. Me mandan a la web, a no sé dónde… Estoy viendo muchas dificultades. Me dan más buenas palabras que realidades», explica con escepticismo mientras repasa los folletos de las empresas.

Pilar Montouto, desempleada. / Carlos Pardellas
A Pilar Montouto, que el mes que viene cumplirá 45, la feria le sirve para «conocer un poco cómo funciona todo y qué tipo de empresas hay». Perdió su empleo en telemarketing en octubre de 2023 y reconoce que la edad pesa «sobre todo en sectores como la moda, donde buscan perfiles más jóvenes», aunque en supermercados o tiendas «quizá no tanto». Con la prestación de desempleo que recibe a punto de acabarse, valora el simple hecho de «seguir en la búsqueda aunque sea en otra especialidad, porque no es nada fácil», y agradece que algunas empresas recojan el currículum en mano en lugar de enviarla de nuevo «a un portal online». «Ahora mismo estoy buscando de lo que sea», explica con una media sonrisa y su currículo en mano.
Otros asistentes optan por la reinvención. Diana Borrás, de 48 años, lleva dos en paro y se ha volcado en formarse en la tecnología. «Cuando dices que tienes más de 30 ya te dicen que no tienes posibilidad. Aquí al menos sabes qué empresas contratan a gente mayor y dónde enfocar el futuro. El stand que más me ha interesado es el de la parte militar, en ciberseguridad», explica tras recorrer todos las mesas de distintas empresas. También Elena Lourido, de 57, que trabajó en atención al público y en una residencia de ancianos, llegó sin grandes expectativas: «Me parece una buena idea. Entregas el currículum, hablas con la gente… nunca se sabe, pero vengo sin grandes expectativas de salir de aquí con trabajo». Ahora, Lourido quiere seguir en algún empleo cara el público por que es lo que lleva «haciendo toda la vida».

Elena Lourido, desempleada. / Carlos Pardellas
No todos perciben la edad como obstáculo. María Calo, de 51 años y formadora en estética, asegura que en su sector nunca creyó ni cree que «tener más de 45 fuese un problema». Con sus vivencias asegura que depende mucho del área del mercado laboral. La tecnología es algo a lo que muchas personas aún no le han cogido el gusto. Muchos de los desempleados que se han acercado a la jornada prefieren el cara a cara con los entrevistadores. «Aquí el contacto directo con las empresas es mucho más cercano que mandar un currículum por internet», cuenta la docente de estética, quien aprovecha no tener empleo para ir a talleres de su área para actualizar su presentación profesional.

Carolina Saborido, de Ilunion. / Carlos Pardellas
Entre los expositores, las empresas valoran precisamente esa experiencia y formación. Jessica López, responsable del stand de Commcenter, distribuidor de telefónica, destaca que los asistentes «ya saben qué quieren y cómo lo quieren». «La experiencia es un punto fuerte. No siempre contratamos a alguien de la feria; el año pasado hubo suerte y este puede ser igual», asegura López. En Ilunion, Carolina Saborido remarca que «las personas de más de 45 años aportan una experiencia que la gente joven no puede» y explica que buscan perfiles de oficios como limpieza, mantenimiento o electricistas que hay menos oferta: «El año pasado hicimos bastantes contrataciones y este año hay mucha afluencia, veremos como termina».

Jessica López, de Commcenter. / Carlos Pardellas
La feria ofrece entrevistas en directo, orientación personalizada, talleres prácticos y oportunidades de networking, pero sobre todo da voz a quienes, como Manuel, José Carlos, Pilar, Diana, Elena o María, se enfrentan a un mercado laboral que muchas veces les cierra la puerta. No garantiza un empleo inmediato, pero sí la posibilidad de mirar a los ojos a los reclutadores y recordarles que la experiencia también cuenta. «Cuantos más espacios haya así, mejor», sintetiza Manuel Souto, que mientras reparte currículums no pierde la esperanza de que, esta vez, la caña traiga algo en el anzuelo.