Si Ousmane Dembélé se impuso a Lamine Yamal en la carrera por el Balón de Oro es más por los títulos acumulados por los equipos en los que se encuentran uno y otro que porque el francés sea mejor jugador que el de Mataró. De hecho, no lo es. Aunque la temporada 2024/25 de Ousmane ha sido excelente, el Lamine Yamal de 18 años ha demostrado ser mejor futbolista que la versión óptima del irregular Ousmane. Lamine es el jugador al que todo entrenador querría en su equipo y el más temido por los rivales (valgan como ejemplo las declaraciones de los jugadores del Inter tras la ida de las semifinales de la pasada Champions), pero eso no bastó en el cara a cara ante un Dembélé protagonista en el primer PSG campeón de la Copa de Europa.
No obstante, y asumiendo como entendible (que no es lo mismo que justo) que el ganador del Balón de Oro 2025 fuese un jugador del PSG, donde no hay mayor estrella que su entrenador, Dembélé no tendría que haber sido el agraciado teniendo en cuenta que hay otro futbolista que se antoja más importante si cabe para que el PSG sea lo que Luis Enrique quiere. Se trata de Vitinha, un jugador que, sin el foco mediático de Dembélé y sin acumular las cifras de goles y asistencias de Ousmane, es el que más sentido le da al plan de juego exitoso de Lucho.
Lo que ha llevado al éxito a este PSG de Luis Enrique es más la identidad y el funcionamiento colectivo que cualquier tipo de individualidad, y en eso influye mucho más Vitinha que Dembélé. Los goles y las asistencias de Ousmane podrían haber sido firmadas por otro (Doué, Kvaratskhelia, Barcola…) pero el PSG no podría haber sido lo que ha sido sin la participación de Vitinha. Por no hablar, además, de que el centrocampista portugués fue para su selección lo mismo que para el PSG en la consecución de la Nations League, que aunque con menos peso que la máxima competición continental de clubs también tiene que ser tenida en cuenta.
En definitiva, si el Balón de Oro 2025 está en el palmarés de Dembélé y no de Lamine Yamal es porque tenía que ganarlo un jugador del Paris Saint-Germain campeón de la Champions. Pero si tenía que ser así, se lo merecía más Vitinha que Ousmane.
