El nacimiento en España del primer pollo de pigargo europeo (Haliaeetus albicilla) desde la extinción de la especie en el país constituye un momento histórico para la conservación de la biodiversidad. Este hecho, ocurrido este año en el norte de Castilla y León, es el resultado de un ambicioso proyecto de reintroducción liderado por la organización no gubernamental GREFA, con apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y la colaboración de la Junta de Castilla y León.
El pigargo europeo, el águila más grande de la fauna europea, desapareció de la Península Ibérica hace varios siglos, debido principalmente a la persecución humana. Su regreso como especie reproductora es un logro sin precedentes en el ámbito de la recuperación de fauna autóctona en Europa, según GREFA, aunque la iniciativa también ha sido cuestionada desde otros sectores del medio ambiente, que alegan que la especie nunca estuvo presente antes en España.
‘Proyecto Pigargo’
Los progenitores del pollo son dos ejemplares de cuatro años de edad, llamados ‘Pimiango’ y ‘Mansolea’, liberados en el marco del ‘Proyecto Pigargo’ iniciado en 2021 en Asturias.
La hembra reproductora de pigargo sobrevuela la zona del nido. / GREFA
Este proyecto se enmarca en el ‘Listado de especies extinguidas en todo el medio natural español’, aprobado en 2018, que obliga a las administraciones públicas a promover la reintroducción de especies autóctonas desaparecidas. GREFA, con más de cuarenta años de experiencia en la recuperación de biodiversidad, asumió este reto con el aval científico y técnico de organismos nacionales e internacionales.
«Todo un éxito»
La metodología empleada ha seguido los más altos estándares internacionales. Los ejemplares liberados provienen de Noruega, cuya población de pigargos es una de las más numerosas y saludables de Europa. Desde 2021, 25 individuos han sido trasladados y liberados en España, de los cuales 17 sobreviven en la actualidad y 12 se encuentran emparejados. Estos datos reflejan una tasa de supervivencia y adaptación excepcionalmente alta.
Ernesto Álvarez, presidente de GREFA y principal impulsor del proyecto, destaca la importancia del hito: «Hay que felicitarse y celebrar como todo un éxito el nacimiento de este primer pollo con poco más de veinte ejemplares liberados y en tan solo cuatro años de proyecto, un resultado emocionante y motivador que nos permite confiar en que se produzcan más reproducciones la próxima temporada».

Colocación de un emisor GPS al pollo de pigargo europeo. / GREFA
Proceso de cría
El proceso de cría fue minuciosamente monitorizado por un equipo de GREFA, con más de quinientas horas de seguimiento durante la primavera y el verano de 2025. La pareja construyó su nido en un roble a partir de febrero, y a finales de marzo la hembra comenzó la incubación, que culminó con el nacimiento del pollo a principios de mayo.
Enrique Murciano, técnico de GREFA y responsable del proyecto, relató el momento crítico del desarrollo del pollo: «Tras el salto del nido el pollo estuvo diez días en el suelo musculando y ejercitando las técnicas de vuelo, mientras sus progenitores se mantenían atentos y protectores, llegando incluso a disuadir a un zorro por aproximarse en exceso. Por fin, en un día ventoso y tras muchos intentos, alzó el vuelo y recorrió unos quinientos metros de distancia hasta posarse en un árbol, un movimiento que celebramos por todo lo alto».
Papel ecológico crucial
El pigargo europeo desempeña un papel ecológico crucial como depredador vinculado a ecosistemas acuáticos. Contribuye al control de especies como la carpa (Cyprinus carpio), invasora, y actúa como ‘policía sanitaria’ al consumir carroña, evitando así la propagación de enfermedades. Además, su sensibilidad a la calidad del agua lo convierte en un bioindicador de la salud de los ecosistemas fluviales y costeros.

Un pigargo europeo captura un pez. / Christoph Müller
El éxito del proyecto no habría sido posible sin la colaboración de múltiples actores. Además del MITECO y la Junta de Castilla y León, han participado el Ayuntamiento de Ribadedeva (Asturias), el Norwegian Institute for Nature Research (NINA) y la Norwegian Environment Agency (NEA) de Noruega, así como empresas como EDP e Iberdrola, que han corregido tendidos eléctricos en zonas de presencia de pigargos.
Aval internacional
Un respaldo significativo llegó recientemente de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que a través de su Grupo de Especialistas en Translocaciones de Conservación emitió un informe técnico recomendando «que se mantenga el citado proyecto, continuando con la liberación de ejemplares según el plan original y con un monitoreo continuo como el realizado hasta ahora». Este aval internacional refuerza la solidez científica y metodológica del proyecto.
«Es muy alentador recibir la noticia del pollo de pigargo europeo nacido en España. El hecho de que aves que aún no han alcanzado el plumaje adulto hayan logrado sacar adelante a un pollo es un testimonio de las muy buenas condiciones que existen para la especie en el área de liberación», señala Duncan Halley, investigador del NINA y coordinador de los traslados de pigargos desde Noruega.

Pigargo europeo en vuelo tras ser liberado en Asturias. / Ilja Alexander Schroeder / Proyecto Pigargo
«El equipo en Noruega se siente orgulloso de haber ayudado a nuestros colegas españoles a iniciar el proceso de devolver esta ave perdida a los cielos españoles, añade.
El nacimiento de este pigargo en España se enmarca en un esfuerzo paneuropeo por recuperar la especie en sus antiguos territorios, con proyectos similares en curso en Francia, Inglaterra, Escocia e Irlanda. Este éxito posiciona a España como un referente internacional en la reintroducción de especies extinguidas.
«Esperamos que con el nacimiento de este esperado pollo la visión frecuente y normalizada del pigargo europeo como reproductor en España logre generar una conexión con la especie que permita retomar las liberaciones de individuos para asegurar su viabilidad a largo plazo en nuestro país», expone Lorena Juste, bióloga de GREFA e integrante del equipo técnico del proyecto.

Pigargos europeos en el jaulón de aclimatación de Pimiango (Ribadedeva, Asturias). / GREFA
«Esperamos que un hecho histórico como es el nacimiento del primer pollo de pigargo europeo en España anime a reforzar o retomar el apoyo al proyecto, especialmente en el caso del Principado de Asturias y el Gobierno de Cantabria, cuya colaboración inicial fue fundamental aunque posteriormente la retiraron», resalta Ernesto Álvarez.
GREFA, con sede en Majadahonda (Madrid), es una de las organizaciones más destacadas en la rehabilitación de fauna silvestre en Europa. En sus más de cuarenta años de actividad ha atendido a más de 60.000 animales y ha desarrollado proyectos de conservación de especies emblemáticas como el buitre negro (Aegypius monachus), el águila imperial ibérica (Aquila adalberti) o el cernícalo primilla (Falco naumanni).
Críticas desde otros sectores ambientales
Sin embargo, desde otras entidades se ha cuestionado la ideoneidad de esta reintroducción. Tres expertos de la Universidad de Oviedo firmaban un artículo en la revista ‘The Conversation’, en la que calificaban de «mala idea» este proyecto, puesto que, para empezar, no consideran probado que el pigargo hubiera estado presente en España en tiempos históricos, condición necesaria para hablar de «reintroducción». Además, afirman que, en estas condiciones, la introducción de especies nuevas puede poner en riesgo a otras comunidades de fauna, causando así un inconveniente añadido.
También la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies coincide en que no hay «ninguna evidencia de que el pigargo europeo haya sido una especie reproductora en España». Es una opinión compartida por otras entidades, como el grupo ornitológico Mavea, que asegura que «no hay ninguna observación, ni actual ni histórica, de la presencia de esta especie en Asturias» , por lo que no cabría hablar de «recuperación».