El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, urgió este lunes a los estados miembros de Naciones Unidas a llevar ante la Corte Penal Internacional (CPI) las graves violaciones de derechos humanos en Corea del Norte, así como a hacer uso de la jurisdicción universal para defender a las víctimas, informa EFE. «El prolongado aislamiento en Corea del Norte alimenta las violaciones de los derechos humanos y debilita la paz y la seguridad regional e internacional», señaló en el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, en el que presentó un informe sobre la situación de las libertades fundamentales en ese país desde 2014. En Seúl, la organización no gubernamental Liberty in North Korea ayuda a refugiados norcoreanos a escapar de la repatriación forzada y a asentarse en Corea del Sur.
Pena de muerte por distribuir música
Corea del Norte profundiza cada vez más su caída al abismo de la pesadilla democrática, liberal o libertaria de la mano del dictador Kim Jong-un. Los informes de la ONU corroboran que el país enfrascado en romper puentes culturales con el resto del mundo ha acentuado en los últimos años la represión de los derechos humanos en el país. La ONU identificó al menos tres leyes que a ojos occidentales causan estupor y que para los norcoreanos dibujan una existencia llena de limitaciones personales y duras sanciones. En concreto, Corea del Norte penaliza el acceso a información extranjera no autorizada y prohíbe el consumo o la difusión de información (a través, por ejemplo, de publicaciones, música o películas) de naciones «hostiles». Según los testimonios consultados por la ONU, el Estado más aislado del planeta ha llegado a aplicar la pena de muerte por compartir películas, música o series de televisión extranjeras. El endurecimiento de las condiciones de vida y restricción de libertades en Corea del Norte se produce en pleno acercamiento del país a Rusia y China.
Sociedad controlada
El informe, publicado oficialmente el 12 de septiembre, dibuja una «década perdida», según Türk, en la que los ciudadanos norcoreanos siguieron «silenciados, vigilados, explotados y controlados en todos los aspectos de su vida». Asimismo, denuncia que continúan las ejecuciones públicas, los trabajos forzados para casi toda la población bajo la forma de «brigadas de choque», y la existencia de al menos cuatro cárceles para presos políticos.
Malnutrición
Türk añadió este lunes ante el Consejo que no hay progresos en la búsqueda de información sobre los ciudadanos japoneses, surcoreanos y de otros países que, algunos desde hace décadas, fueron abducidos en el extranjero por agentes norcoreanos. El informe subraya que todos los abusos se producen en el contexto de un país en grave crisis, donde se calcula que el 40% de la población está malnutrida.
Sistema social
Türk también denunció que en el país sufre altos niveles de discriminación debido al sistema social ‘songbun’, que clasifica a la población según el origen familiar, la lealtad política y la conducta personal.
Testimonio de 300 refugiados
La investigación presentada al Consejo, elaborada entre otras fuentes con el testimonio de más de 300 norcoreanos huidos del país, concluye que ninguna otra población en el mundo actual está sometida a un control tan alto como el que sufren los ciudadanos del país asiático. El informe de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos pide a las autoridades norcoreanas la abolición de la pena de muerte, abandonar prácticas como la tortura y el maltrato de detenidos y reanudar los encuentros entre familiares divididos por el conflicto entre las dos Coreas, tras siete años sin celebrarse.