entre hojas caídas y nuevos comienzos

El calendario marca septiembre y, en Santiago de Compostela, las campanas de la Catedral parecen acompasarse al bullicio de mochilas, libretas nuevas y pasos apresurados. Los estudiantes vuelven a llenar las calles empedradas, los cafés próximos al campus recuperan su clientela fiel, y el aire, cada vez más fresco, anuncia que el verano queda atrás.

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