Los veranos de calor extremo no solo se reflejan en los termómetros sino que, tal y como advierten innumerables estudios, también disparan las cifras de mortalidad en todo el mundo. Aunque, según apunta un nuevo estudio de ISGlobal, este fenómeno no afecta a todos por igual sino que incide más en ciertos grupos sociales. Un análisis elaborado por la entidad y publicado este lunes en la revista ‘Nature’ calcula que las altas temperaturas matan un 47% más a mujeres que a hombres en los veranos extremos de Europa. En el año 2024, por ejemplo, el calor extremo causó la muerte prematura de 32.390 mujeres y de 22.085 hombres en todo el continente. «Esta brecha de género lleva años observándose y se da en todos los países europeos», concluye el análisis.
El estudio, en el que se recogen datos de un total de 32 países, también revela una marcada desigualdad entre generaciones. Y es que según muestran los registros, las personas mayores de 75 años concentran la mayor parte de las muertes atribuibles al calor, con una mortalidad un 323% superior a la del resto de grupos de edad. Dicho de otro modo, los ancianos tienen más de tres veces más probabilidades de morir durante un episodio de calor extremo que quienes aún no han alcanzado esa franja de edad. Los expertos afirman que este fenómeno, unido al progresivo envejecimiento de la población europea, anticipa un aumento del riesgo sanitario asociado a las olas de calor de cara a las próximas décadas.
Los ancianos tienen más de tres veces más probabilidades de morir durante un episodio de calor extremo que quienes aún no han alcanzado esa franja de edad
«Europa es el continente que se está calentando de forma más rápida, al doble de velocidad que la media global. Y dentro de ella, la cuenca mediterránea y las regiones del sudeste emergen como grandes puntos calientes del cambio climático, con los mayores impactos sobre la salud y con un incremento sustancial en las proyecciones de la mortalidad relacionada con el calor a lo largo del siglo XXI», afirma Tomáš Janoš, investigador en ISGlobal y Recetox y primer autor del estudio, en el que se señala a España como uno de los países con más muertes por calor extremo y, sobre todo, con más riesgo de sumar decesos relacionados con esta causa como consecuencia del cambio climático.
180.000 muertes en tres años
La investigación, que abarca los veranos de 2022, 2023 y 2024, estima que en tan solo tres años el calor extremo causó más de 180.000 muertes en Europa. De todas estas, al menos dos tercios se habrían producido en el sur de Europa. Los análisis indican que el año pasado, el país europeo con un mayor número de muertes asociadas al calor fue Italia, con algo más de 19.000 muertes, mientras que España ocupa la segunda posición, con 6.743 decesos relacionados con esta causa. El análisis de los datos españoles, por su parte, apunta a que Madrid y Barcelona suman la mayoría de muertes por calor aún no siendo las ciudades expuestas a temperaturas más extremas.
Madrid y Barcelona suman la mayoría de muertes por calor aún no siendo las ciudades expuestas a temperaturas más extremas
Los expertos subrayan que estos datos abren la puerta a reforzar las estrategias de preparación y respuesta frente a un calor extremo que sabemos que podría ir a más en los próximos años. En este sentido, los especialistas destacan la importancia de crear sistemas de alerta que tengan en cuenta las desigualdades y la vulnerabilidad de ciertos grupos, como es el caso de las mujeres y de las personas mayores. «La magnitud de estas cifras pone de manifiesto la necesidad de fortalecer las estrategias de adaptación, incluyendo el desarrollo y la implementación de una nueva generación de sistemas de alerta temprana de calor y salud, de rango continental y basados en el impacto en grupos específicos», destaca Joan Ballester Claramunt, investigador principal del proyecto del Consejo Europeo de Investigación (ERC) EARLY-ADAPT y autor sénior del estudio.
Suscríbete para seguir leyendo