España acaba de superar el verano más cálido de su historia y ahora, según apuntan los modelos, se adentra en un otoño más cálido de lo normal. Los pronósticos estacionales de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) apuntan a que hasta como mínimo noviembre las temperaturas estarán por encima de la media esperable para la estación en toda la Península y en los archipiélagos. Esto no significa que hará calor durante todo este periodo, pero sí que los termómetros marcarán valores más altos de lo normal en la temporada otoñal. Los pronósticos también apuntan a que la estación podría ser especialmente seca en la mitad oeste peninsular, mientras que en el este no se observan tendencias claras en cuanto a lluvias.
La gran incógnita del otoño, como ocurre siempre, serán las lluvias
Los modelos se muestran muy tajantes en su predicción de cómo serán las temperaturas en los próximos meses. En todo el territorio peninsular, en Baleares y en Canarias se esperan unos meses más cálidos de lo normal. En el norte y este de la Península, desde la cornisa cantábrica hasta el litoral mediterráneo, hay un 70% de probabilidades de que los próximos meses sean más cálidos de lo normal, un 20% de probabilidades de que se den temperaturas en la media y solo un 10% de que el ambiente resulte más frío de lo normal. En el centro, sur y oeste peninsular hay un 60% de probabilidades de un otoño cálido, un 30% de probabilidades de una estación normal y solo un 10% de que resulte fría. «hay una alta probabilidad de que el trimestre, octubre, noviembre y diciembre sea más cálido de lo normal en todo el país», recuerda Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología.
La previsión coincide con la tendencia observada en los últimos años y que, según afirman los expertos, es un claro reflejo del avance del calentamiento global. Los registros indican que en los últimos años cada vez son más los meses que registran valores cálidos para su respectiva época y tan solo una minoría están en la media o por debajo de lo esperable. «Hay que recordar que la última estación fría en España fue la primavera del 2018, hace más de siete años. Y el último año frío, con registros por debajo de lo normal, fue el 2014, hace 11 años», recuerda del Campo.
Lluvias inciertas
La gran incógnita del otoño, como ocurre siempre, serán las lluvias. Ya que como viene siendo habitual, los modelos a largo plazo sobre precipitaciones son mucho más inciertos. Este año, por ejemplo, hay un 45% de probabilidades de que la estación sea más seca de lo normal en la mitad oeste peninsular, un 35% de que llueva de forma normal y un 20% de que sea más lluviosa de lo normal en esta zona. En el este peninsular y en buena parte del litoral mediterráneo, incluido en Catalunya, no hay una previsión clara en cuanto a lluvias por lo que ni siquiera es posible estimar si es más probable una temporada húmeda, seca o normal.
Los meteorólogos recuerdan que el otoño suele ser una estación relativamente húmeda y marcada por la llegada de borrascas. Este año, además, tras un verano excepcionalmente cálido y un Mediterráneo que aún en septiembre arrastra valores de récord, cabe la posibilidad de que este calor acumulado pueda aupar la formación de tormentas de carácter torrencial y episodios de gota fría, aunque este tipo de episodios también requieren otros factores para brotar y coger fuerza.
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