El encuentro ante el Racing de Santander en El Arcángel (2-2) dio para mucho, casi todo en clave negativa -más allá del punto-, aunque también alguna buena noticia con la que regocijarse entre tantos conceptos por pulir: el debut de Iker Álvarez con el Córdoba CF. Y es que la puesta de largo del intencional andorrano con la camiseta blanquiverde fue total, pasando por un despliegue de paradones, siendo clave para evitar la goleada rival y también acabando como uno de los grandes artífices del empate. Todo eso en su primera titularidad. «Sabía que estaba preparado porque llevaba muy buenas semanas de entrenamiento», explicó tras la cita, antes de añadir que se sintió «muy cómodo» en un debut que vivió «con naturalidad».
Su seguridad, sin embargo, no la achacó solo a su rendimiento individual: «Los compañeros me han ayudado mucho, me han dado confianza y eso me ha hecho sentir como si fuera un partido más».
Un debut sobresaliente
El estreno no pudo ser más exigente. Enfrente estaba un equipo santanderino al que el meta no dudó en calificar como «uno de los mejores de la categoría» por su pegada, entre otras facetas. Pese a ello, el del Principado destacó el trabajo para contenerlos en fases clave del encuentro: «Hemos sabido contrarrestarlos en muchas ocasiones, pero sí que es verdad que en algunos momentos nos ha faltado algo de responsabilidad y saber estar en el partido».
Álvarez también quiso mirar más allá, señalando que la falta de eficacia arriba será un mal pasajero: «Muchas veces esto va por rachas. Ahora no estamos siendo eficaces, pero con la calidad que tenemos no tengo duda de que empezaremos a meter goles». Y en defensa, pese a reconocer ciertos desajustes, apeló a la paciencia: «Hay muchas caras nuevas, es normal que nos cueste al principio, pero cuando nos entendamos creo que vamos a ser un equipo sólido y fuerte», finalizó.
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