La candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, tiene claro dónde quiere estar en los próximos meses y lo que quiere hacer. En Andalucía y firmando ella misma la condonación de la deuda que lidera en la actualidad como ministra de Hacienda.
La cantidad estimada para Andalucía, según los cálculos del Ejecutivo, superará los 18.000 millones de euros y no supondrá «ningún agravio ni ningún beneficio a Cataluña«.
A su juicio, las comunidades del PP no lo firman porque se les cae su argumentario, pero realmente los populares lo ven como «una trampa» para consumar el cupo catalán y sortear el debate de la financiación.
Durante su intervención ante el Comité Director del PSOE-A, máximo órgano del partido entre congresos, Montero ha vaticinado que Andalucía «acabará aceptando» esta cuantía porque se encargará ella misma de firmarla cuando sea presidenta tras las próximas elecciones autonómicas.
Todo ello a pesar de que en 2018 rechazó como consejera de Hacienda para que no se sustituyese el debate sobre un nuevo modelo de financiación, que aún no ha aprobado como ministra.
Para ello, la candidata socialista lo fía todo a la unión del partido y a la movilización y ha lanzado un aviso a sus compañeros que la apoyen como candidata: «aquellos que no crean en esta victoria no pueden estar en el primer plano«.
Por tanto, ha pedido a los militantes que sean «agentes electorales» y que no dejen de hacer campaña porque así «el bicharraco del PSOE es imbatible«. Montero ha asegurado que ya lo demostraron en las elecciones generales de 2023, aunque en aquella ocasión quien ganó los comicios fue el PP.
«Este partido sale a ganar y vamos a ganar«. Y todo ello frente a un presidente, Juanma Moreno, con «falta de ambición» y que está llevando a cabo un vaciamiento de las competencias autonómicas.
El autogobierno será otra de sus banderas durante esta campaña electoral. A su juicio, Moreno y el PP andaluz han intentado sustituir esta identidad por «un andalucismo fundamentado en la contraposición y en el estar permanentemente confrontando».
Cree que cada vez que Moreno habla de Andalucía intenta hacer un frente común contra «un enemigo que se inventa cada día» y el motivo es que es «más ‘genovés’ que andaluz«. Es decir que defienden más los intereses de Génova -del PP- que los de los andaluces.
Los servicios públicos
Su otra batalla será el deterioro de los servicios públicos. Tras defender su etapa como consejera de Sanidad en Andalucía, asegura que Moreno lleva siete años «destrozando» los servicios públicos esenciales para privatizarlos, como es el caso de la sanidad.
Todo ello, a pesar de que, según los datos, cuando era consejera destinó más de 4,6% del gasto sanitario a conciertos con la privada, porcentaje que el actual gobierno ha bajado al 3,7%.
Por eso, ha lanzado un mensaje a todos aquellos que quieren el progreso para esta tierra: «Es imprescindible que se expresen electoralmente cuando toquen elecciones porque son los
hospitales públicos, la vivienda para jóvenes, la dependencia o el empleo de calidad, lo que tenemos que poner a su disposición.
Por último, Montero ha querido dejar claro que ella no es que vuelva a Andalucía: «Nunca me fui, y lo he dicho siempre y lo sigo diciendo ahora».
También ha vuelto a defender la importancia de que haya andaluces en los lugares donde se toman decisiones, como el Gobierno central, como es su caso en el Ministerio de Hacienda.
Una circunstancia de la que presume el PSOE, es decir que use su cargo para beneficiar a la comunidad.